miércoles, 6 de marzo de 2013




El Salvador ha sido un pais que ha sobrevivido a innumerables acontecimientos que han marcado su historia,tanto en lo politico,economico,y social. Desde la firma de los acuerdos de paz en chapultepec se puso fin a la guerra que destruyo,principalmente a la sociedad salvadoreña,pero de igual forma al pais en si. Existen muchos acontecimientos historicos,de los cuales ejemplificaremos en el desarrollo de nuestro blogg, estos,nos muestran las situaciones que El Salvador ha vivido en los ultimos años.
La información presente ha sido retomada de los libros:
 Historia de El Salvador de el equipo El Maíz. historia de el salvador tomo II-1994,estos loibros  nos han servido de fundamento  ya que su análisis y  explicación de los sucesos que acontecieron en el proceso y desarrollo de el estado salvadoreño desde sus principales impulsos independentistas, hasta hechos ocurridos en la actualidad son de relevante importancia; del libro Enciclopedia de El salvador tomo II volumen 1 de OCEANO, del libro Siembre de vientos El Salvador 1960-69 del escritor Víctor Valle.


Noviembre de 1811, sucede el primer grito de independencia, debido al descontento contra el gobierno español de parte de la población indígena, producto de las causas internas por el aumento de los impuestos y la forma en como los españoles quieren controlar todo, lo que provoca molestias en los criollos.





Revueltas provocadas por el descontento indígena en 1811 en donde se liberaron hasta a los presos, manifestando la inconformidad de mujeres y hombres, producto de los abusos  recibidos por parte de los españoles colonos, así que disiden armarse de palos, escobas y demás herramientas de uso personal.   





       1813 el padre Aguilar da un sermón para hacer recapacitar a los indígenas sobre sus movimiento revolucionarios Marzo 5, 1813.El Padre Manuel Aguilar, en un sermón lleno de patriotismo, dió lasgracias al pueblo por haber conseguido su libertad personal. El PadreManuel Aguilar en su discurso, dijo: "La Primera Autoridad es Dios, aquien debemos todo respeto y la mayor veneración de nuestras almas!¿Qué podemos decir, pues, del inicuo proceder de la autoridad militar,

que con quebranto manifiesto de una ley de las Siete Partidas, y con
violación de lo mandado en las bulas de los Papas Benedicto XIV y
Gregorio IX, mandó rodear la casa de Dios con tropas, en los ú1timos
acontecimientos y emergencias políticas de esta ciudad, entrando en
ella con armas, en persecución de los que para ponerse a salvo de
nuevos atropellos, habían buscado su amparo?"
"La soldadesca impía, no satisfecha con hollar con planta sacrílega
este augusto recinto, llevó su insolencia criminal hasta el punto de
atreverse a alzar con la punta de la espada, los velos que cubren las
sagradas imágenes".
"Si las autoridades que son las llamadas a hacer respetar las leyes,
son las primeras en violarlas inicuamente, ¿qué puede exigírsele al
pueblo que presencia tales tropelías?
"De alli viene necesariamente como lógica consecuencia, la REVOLUCION;
la lucha sangrienta con todo su séquito de horrores, la persecución,
la anarquía".
¿Cómo se quiere exigir moralidad al pueblo, si los llamados a cumplir
la ley, son los primeros en atropellarla?". "Se ha jurado solemnemente
la Constitución que las Cortes decretaron, y ésta no se cumple desde
su Art. 300 a 305".
"Salid un poco del centro de la población, y sólo encontraréis quejas
del pueblo oprimido. ¡Quién se lamenta de haber sido despojado de su
hacienda en beneficio de un poderoso! ¡Quién, de que, compelido al
pago de una deuda, empleando para ello desusado rigor, no ha logrado a
su vez que su deudor, protegido por los poderosos, se le exija
siquiera el cumplimiento de su obligación! Padre de familia ha habido,
a quien quejándose por haberle prostituido a su hija, se le haya
respondido por la autoridad que el Rey no quiere mujeres sino hombres!
"¿Cuántos infelices hay que gimen en las prisiones, viendo con
angustia pasar los días, meses y años, sin que siquiera se les diga la
causa del castigo que sufren, quiza injustamente, o que si han
cornetido alguna falta, se deja en perpetuo olvido la causa que la ley
manda seguirle?"
"¿Será éste el proceder correcto a que debe ajustar sus actos toda
autoridad?"
"Yo creo que a este comportamiento se deben las calamidades públicas".
"La misión de la autoridad es algo más elevado"
"Esta debe garantizar a sus súbditos con el estricto cumplimiento de
obligaciones".
"Pero si en vez de cumplir la ley, se dedica a violarla y se convierte
en un Herodes, entonces no hay que extrañar los resultados".
"Sé muy bien,. por dolorosa experiencia, que colocada la autoridad en
el camino de las arbitrariedades, no encuentra nada que sea digno de
respeto".
"No se me oculta que mis palabras lastimarán el orgullo de los nuevos
Herodes. Pero si por decir la verdad se me persigue, estoy pronto a
marchar al sacrificio, porque como representante de Cristo, es mi
deber predicar la verdad; y esta es, que cada uno debe, en la órbita
de sus facultades, ceñirse estrictamente a las leyes divinas y
humanas, porque de lo contrario la justicia de Dios caerá
implacablemente sobre los transgresores sin distinción de ninguna
especie, pues el mismo Dios ha dicho que no puede prevalecer la
iniquidad".
Este discurso fué pronunciado en la Iglesia Parroquial, la cual estaba
llena de feligreses, frailes de las diferentes congregaciones, del
Intendente y Gobernador Dr. José Maria Peinado, autoridades civiles y
militates y de la fuerza armada, quienes inmediatamente se retiraron
de la iglesia.






Segundo grito de independencia provocado por el movimiento revolucionario el 24 de Enero de 1814

El 24 de enero de 1814, en Mejicanos, se reunieron los instigadores de una nueva sublevación hacia la autoridad colonial en la casa del cura Nicolás Aguilar. Entre ellos estaban sus hermanos Manuel y Vicente; Pedro Pablo Castillo, Bernardo José y Manuel Arce, Domingo Lara, Juan Manuel Rodríguez, Juan Arauzamendi, Leandro Fagoaga, Santiago José Celis y Juan de Dios Mayorga. Peinado ordenó una serie de capturas, entre ellas la del alcalde segundo Castillo. Los apresamientos causaron conmoción: la gente acudió desde el campo y pueblos vecinos; Juan Manuel Rodríguez se presentó ante Peinado para celebrar cabildo abierto, pidiendo su asistencia para confrontar los últimos hechos; Manuel José Arce pidió la libertad de los presos, petición que no fue concedida.




Finalmente después de tanto reclamo debido a las injusticias  en mayo de 1817 el rey concedió un indulto a los implicados en los levantamientos, pero no se aplico a todos así que la fuerte represión de las autoridades españolas mantuvo bajo control a la gente descontenta hasta 1821 que se extendió la independencia hasta CentroaméricaEl Palacio Nacional, Guatemala, quince de Septiembre de mil ochocientos veintiuno.- Siendo públicos e indudables los deseos de independencia del Gobierno Español, que por escrito y de palabra ha manifestado el pueblo de ésta Capital:recibimos por el último correo diversos oficios de Ayuntamientos Constitucionales de la Ciudad Real, Comitán y Tuxtla, en que comunican haber proclamado y jurado dicha independencia, excitan a que se haga lo mismo en ésta ciudad: siendo positivo que han circulado iguales oficios a otros Ayuntamientos: Determinado de acuerdo con la Excma. Diputación Provincial, que para tratar de asunto tan grave se reuniese en uno de los salones de éste palacio la misma Diputación Provincial, el Ilmo. Sr. Arzobispo, los señores individuos que diputasen la Excma. Audiencia Territorial, el venerable señor Dean y Cabildo Eclesiástico, el Excmo. Ayuntamiento, el muy Ilustre Claustro, el Consulado y muy Ilustre Colegio de Abogados, los Prelados Regulares, Jefes y funcionarios públicos: Congregados todos en el mismo salón: Leídos los oficios expresados: discutido y meditado detenidamente el asunto, y oído el clamor de Viva la Independencia, que repetía lleno de entusiasmo el pueblo que se veía reunido en las calles, plaza, patio, corredores y antesala de éste palacio, se acordó por esta Diputación e individuos del Excelentísimo Ayuntamiento






1822- 1823 pocos días después de la declaración de independencia, comenzaron los problemas, México invito a C.A bajo presión de armas a unirse al recién creado "imperio mexicano"  pero los lideres de El Salvador se opusieron abiertamente, por que temían quedar sometidos a Guatemala, así que envían fuerzas militares para someter a los rebeldes.Durante la presidencia de Manuel José Arce en la República Federal de Centro América, Delgado, aparte de disputar contra las autoridades federales junto a los liberales salvadoreños y guatemaltecos, tuvo un papel determinante en la solución pacífica de la primera guerra civil de la región. Después de su fallecimiento fue reconocido como «Benemérito de la Patria» por parte de la Asamblea Legislativa de El Salvador, y también es considerado como un Prócer centroamericano.




En 1823 la Asamblea Constituyente de las provincias unidas de Centroamérica  emitió las bases de constitución federal que rigieron el 1824 como constitución provisional de conformidad con algunos preceptos
El 1 de julio de 1823, se reunió en Guatemala el congreso, bajo la presidencia del presbítero José Matías Delgado, y declaró que las provincias ahí representadas eran independientes de España, de México y de toda otra nación. El nuevo país tomó el nombre de Provincias Unidas del Centro de América. Al día siguiente, 2 de julio, los diputados se declararon constituidos en Asamblea Nacional Constituyente y proclamaron que en ella residía la soberanía nacional, y pusieron en vigencia temporalmente la Constitución de Cádiz.
La Asamblea Nacional Constituyente decretó una bandera y un escudo para el nuevo Estado, y nombró una junta de gobierno provisional de tres miembros (Primer Triunvirato de Centroamérica). En octubre de 1823 fue reemplazada por otro (Segundo Triunvirato de Centroamérica), que gobernó hasta 1825.




Reforma liberal de 1830

Francisco Morazan en su gobierno federal de los años 1830 a 1840 intento realizar la primera reforma liberal en toda Centroamerica.
Francisco Morazan gano el voto popular en la elección presidencial de 1830, en contra del conservador Jose Cecilio del Valle; se promulgaron políticas de libre comercio, fue invitado el capital extranjero y los emigrantes, fue separada la Iglesia del Estado, se proclamo la libertad de religión  los diezmos fueron abolidos, se permitió el matrimonio civil, el divorcio secular y la libertad de expresión. 

En 1832 - 1833 en el gobierno de Francisco Morazan, se da el levantamiento nonualco dirigido por Anastacio Aquino, que luego de sus primeras victorias realizo algunos decretos, denominándose Comandante General de las armas liberadoras de Santiago Nonualco.comicios fueron fraudulentos, llevados con poca o ninguna honestidad. Varios sitios de votación fueron suspendidos en poblaciones en las que el PCS tenía fuerte presencia, partido que participaba pese a saber que no existía libertad electoral -había libros en los que se apuntaban los nombres de los votantes y su opción política partidista- ni formas válidas para obtener el poder por medio del voto.Ante esos hechos, las fuerzas obreras y el PCS radicalizaron sus acciones políticas, hasta considerar como única opción la de la violencia armada. Motivada por agitadores, la insurrección campesina estaba ya en marcha cuando, el 18 de enero, fueron capturados Agustín Farabundo Martí y los líderes estudiantiles Alfonso Luna Calderón y Mario Zapata, considerados entre los principales cabecillas de los movimientos antigubernamentales. Los actos de captura fueron realizados por el capitán José Sánchez Agona y por diez hombres armados, en una finca al oeste del actual Colegio María Auxiliadora, en el capitalino barrio de San Miguelito.





En 1840 se denomina a la república de El Salvador como Estado independiente, ya que el 18 de febrero de 1841 una asamblea constituyente proclamo la separación de El Salvador de una federación Centroamericana, y aprobó su primera constitución política, como un estado soberano e independiente.


San Salvador 460 años
Por su ubicación y lo enorme de la villa, la corona le concedió el título de ciudad en 1546 Poco es el patrimonio cultural que ha logrado subsistir


Ni los terremotos, los incendios o los desaciertos humanos han podido exterminarla, pero si han sido los causantes de la obligada transformación de San Salvador, la altiva e indómita capital de los salvadoreños, desde el 27 de septiembre de 1546.

La ciudad, que fue fundada en 1525 como villa, fue célebre por sus riquezas y el poderío de sus príncipes. Así fue para los españoles durante toda la colonia, como indica la etimología de su nombre, un país de preseas, una ciudad incansable, llena de vida y entusiasmo por el desarrollo.


Pero, se ha preguntado usted alguna vez ¿cuánto a cambiado San Salvador en 460 años?. Héctor Ismael Sermeño, un reconocido historiador, nos da la respuesta: “La ciudad se ha ido adecuando a la época, pero a pesar de los años, sigue siendo una ciudad viva, alegre y de mucho comercio”.


Hermosa

Algunos escritos como el de Cortez, según Sermeño, describen a la ex-provincia como una ciudad escandalosa en la que las veladas se celebraban por dos noches, y la afluencia del comercio era impresionante.

Pero lo que realmente le dio fama a San Salvador fue la grandeza de sus templos religiosos, abonado a ello la perfecta ubicación geográfica y la cantidad de sus habitantes (más de 10 mil).


Pero de esa arquitectura colonial, la mayoría es historia. Lo poco que se ha podido preservar desde aquellos tiempos es lo que ahora se ha convertido en uno de los más privilegiados patrimonios de la capital: la plaza Libertad.


En los alrededores de ese espacio público se ubicaba la plaza de armas o plaza mayor del nuevo burgo, como se le denominó en 1546; al oriente se erigió la iglesia parroquial - el actual templo de El Rosario, de la que sólo queda su fachada-, la que se colocó bajo la protección del Divino Salvador del Mundo en el misterio de su transfiguración en el Monte Tabor.


Al costado sur de la plaza Libertad se construyeron cabildos, cárceles públicas; al norte y poniente se edificaron edificios para alojar a los comerciantes.


Curiosamente, la ciudad se mantuvo intacta hasta 1900, pero los movimientos telúricos la han cambiado.
La primera y última Catedral de San Salvador
La antigua iglesia parroquial, erigida como Catedral por Gregorio XVI en 1843, fue dañada por el terremoto de 1854. Fue restaurada y destruida de nuevo por el terremoto de 1873. Las dos primeras estuvieron ubicadas en lo que es la Iglesia el Rosario; la actual, frente a la Plaza Gerardo Barrios.Foto: EDH
La iglesia San Francisco 
La primera fue levantada en 1725 y arruinada, en términos irreparables, por el terremoto del 16 de abril de 1854. Este monasterio estuvo ubicado en la calle Delgado y 8a. Avenida Norte. Por ahora, está ubicada sobre la Alameda Juan Pablo, cerca de la avenida España.
La Casa Presidencial
La primera “Casa Blanca”, como se le llamo en la época de la Colonia, fue construida en 1877, y destruida por un incendio el 21 de marzo de 1918. Una segunda estuvo ubicada en los alrededores del Parque Libertad, la tercera en San Jacinto, y la actual cerca de la Feria Internacional.
El majestuoso Palacio Nacional 
El antiguo Palacio fue construido durante la administración del Dr. Rafael Zaldívar, en 1877, en el predio que ocupó el Cabildo Municipal desde 1545. Un hermoso edificio de madera y lámina que fue destruido por un incendio el 24 de febrero de 1919. El actual está frente a la Plaza Gerardo Barrios.





El siguiente video es una recopilacion de datos principales de nuestro pais.

Imagenes de nuestro san Salvador en la historia, una epoca de oro



Juan lindo
22 de Febrero de 1841 - 1 de Febrero de 1842
Partido conservador
primer presidente de El Salvador


Juan Nepomuceno Fernández Lindo y Zelaya
 (TegucigalpaHonduras16 de mayo de 1790 - Gracias, Honduras, 23 de abril de 1857) Abogado y Político hondureño que fue Jefe Supremo de Estado de El Salvador (1841-1842) y primer Presidente de ese país. Presidente constitucional de Honduras, de 1847 a 1852, siendo reelegido.



1841. La Asamblea Nacional proclama la separación de la Federación de las Provincias Unidas y se da su propia Constitución (1 de Feb.) 1842. Fracasa el proyecto de formación de una República tripartita con Nicaragua y Honduras, 1850 El Salvador y Honduras se alían contra Guatemala. 




Primer periodo conservador (1840-1845)Los ideales liberales sufrieron un fuerte revés con la llegada de los conservadores al gobierno del Estado, incluso tras la ejecución del General Francisco Morazan, el conservador Juan Guzmán presiono a la Asamblea del Estado para q Emitiera un Decreto donde se premiara al enemigo de Morazan.el acuerdo fue firmado el 12 de octubre de 1842, pero nunca se llevo a efecto debida a las fuertes oposiciones mostradas por el pueblo salvadoreño, el empuje conservador se vio fortalecido el 30 de septiembre de 1842 con la erección de la diócesis de San Salvador en el que Jorge de Viteri fue preconizado primer Obispo de El Salvador.






Primer periodo liberal (1845-1851)

Guzmán se instalo en el poder dando inicio a un periodo liberal en el que el respaldo de los sectores morazanistas era decisivo para los gobiernos, tres fueron los presidentes que ejercieron su mandato durante esos: Guzmán ( 1845-1846), Eugenio Aguilar (1846-1848) y Doroteo Vasconcelos (1848-1851)
Los doctores Eugenio Aguilar y Doroteo Vasconcelos, fueron  Morazanistas  que retomaron infructuosamente el proyecto de unidad centroamericana, presidieron el segundo y tercer bienos liberales.






Segundo periodo conservador (1852-1858)

El militar victorioso quiso asegurarse un jefe de Estado Salvadoreño mas a fin de sus intereses.impuso así a Francisco Dueñas, con quien firmo  un tratado de amistad que aseguraba las buenas relaciones entre ambos gobiernos. En este segundo periodo conservador gobernaron con una fuerte influencia de carrera y sin interrupción alguna: Dueñas (1852-1854)  Jose Maria San Martín (1854-1856) Rafael Campo  (1856-1858)  y Miguel Santin Castillo (1858)
  



En 1859, El Salvador se proclamo como república libre, independiente y soberana, por que fue hasta el 25 de enero de 1859, que el parlamento Salvadoreño emitio el decreto legislativo que proclamo a El Salvador como Republica Soberana e independiente.




PRESIDENCIA Y MUERTE DE BARRIOS (1860)

En Enero de 1860 fue electo presidente constitucional, lo cual le permitió desplazar nuevamente del poder a los sectores conservadores, quienes no desaprovechaban oportunidad para socavar la autoridad del gobierno, entre 1960 y 1963 barrios impulso la reorganización de  las finanzas publicas, alentó la producción del café y las actividades relacionadas con la elaboración de la seda, luego de las diferencias que tuvo con la iglesia luego de el conflicto el cadáver de Barrios es levantado clamando venganza.



En 1863 El Salvador en invadido por Guatemala.



En 1870 los liberales toman el poder de Guatemala, Honduras y El Salvador, la posición geográfica de Honduras jugo en su contra, ubicadas entre las repúblicas de Guatemala, El Salvador y Nicaragua, el país se vio envuelto en una constante lucha con estas, por la hegemonía regional, cualquier régimen liberal o conservador, vio a un gobierno de la ideología opuestas a su fronteras como una posible amenaza; ademas los exiliados de la oposición tendían a exiliarse en los estados cuyos gobiernos compartían su afiliación política, así mismo utilizaban a estos estados como plataformas para derrotar a sus gobiernos. 



La infraestructura evoluciona debido al proceso de produccion elevado del cafe, hasta llegar a extender ferrocarriles, telégrafos, teléfonos, puertos y carreteras, que faciliten la exportacion.


EL GOBIERNO DE RAFAEL ZALDIVAR (1876-1884)
El presidente Gonzales (1872-1876) convoco una asamblea constituyente de la cual surgió la constitución de 1872. En 1876, Gonzales impuso en la presidencia al  cafetalero Andres Valle y se hizo elegir vicepresidenteA mediados del siglo XIX, el café sustituyó al añil como base de la economía nacional.
El presidente Rafael Zaldívar, que había sustituido a González en1876, decretó en 1881 y 1882, varias leyes que anularon el sistema de tierras comunales y ejidos, prevalente en el país, desde la época colonial. Esta legislación virtualmente permitió que unas pocas familias se adueñaran de grandes extensiones de tierras. Zaldívarfue derrocado en 1885, sucediéndolo el general FranciscoMenéndez, quién promulgó la Constitución de 1886, de principios liberales. Durante este período, familias europeas llegaron al país yrápidamente se colocaron en una situación económica poderosa debido a su conocimiento del mercado internacional. Estas familias se desarrollaron en el área del comercio y en la producción e industrialización del café.A partir de 1898, con la llegada al poder del general Tomás Regalado y hasta 1931, se sucedieron una serie de gobiernos estables. La presidencia quedó en manos de los grandes terratenientes cafetaleros. La élite económica gobernó el país pasándose la presidencia en forma directa. A este período histórico se le conoce como la "República Cafetalera".
Bandera de El Salvador a partir de 1912.
El Dr. Manuel Enrique Araujo, presidente entre 1911 y 1913, creó la Guardia Nacional y tomó una serie de medidas para aumentar la presencia del Estado en el interior del país. La actual bandera del país fue adoptada en 1912 durante la presidencia de Araujo, quién fue asesinado en febrero de 1913. Después del asesinato de Araujo, la poderosa familia de los Meléndez-Quiñonez gobernó el país hasta1927; Ellos eran miembros de la élite económica conocida como
las 14 Familias
(número que es evidentemente simbólico, por los catorce departamentos) u
Oligarquía Criolla
, por ser descendientes directos de españoles nacidos en el país. Además de estas familias estaban también los Dueñas, los Araujo, los Orellana, los Álvarez y los Meza-Ayau.
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Al final del período, asignaron a Pío Romero Bosque a la presidencia, pero éste organizó elecciones consideradas libres, que fueron ganadas por el Partido Laborista del Dr. Arturo Araujo. El Partido Laborista recibió el apoyo de estudiantes, obreros y del Partido Comunista Salvadoreño (PCS), que había sido fundado en 1930 por un grupo de militantes entre los que se encontraba Agustín Farabundo Martí. El Dr. Araujo instauró un régimen de libertades civiles y permitió la inscripción del PCS como partido político lega



San Salvador el esplendor de una ciudad (1880-1930) 

Palacio ejecutivo o casa blanca de El Salvador



 Palacio Ejecutivo o Casa Blanca de El Salvador construido entre 1867-1868 en el predio que a principios del siglo XIX ocupara la casa solariega de los presbiteros independentistas Nicolas, Vicente y Manuel Aguilar. 

Utilizado también por la Corte Suprema de Justicia (1898), la Escuela Politécnica Militar (academia que funciono, en varios sitios, entre el 24 de agosto de 1900 y el 17 de febrero de 1922) y la dirección general de Correos (1911), fue en este lugar donde se desarrollo la sesión que dio origen, el 22 de septiembre de 1912, al Ateneo de El Salvador.

 En esta fotografía se muestra el reloj instalado en 1893 en la torre de Casa Blanca. Este bello e histórico edificio se incendio el 21 de marzo de 1918 y en su predio fueron construidas las sucesivas edificaciones de los cines Popular y Libertad.







Interior del Almacén Schwartz San Salvador 1930


Ubicados en el interior del Almacén Schwartz, vemos a don Roberto Schildknecht, quien posa Parado frente a un exhibidor de telas y maniquíes. 
Roberto Schildknecht desembarcó en las playas salvadoreñas el 30 de mayo de 1933, luego de una navegación de 28 días, y quedó deslumbrado por la belleza del paisaje y la calidez del clima y de la gente. 

Venía de la vieja Europa, que había quedado agotada y devastada después de los horrores de la Primera Guerra Mundial, tenía 23 años de edad y la ilusión de construirse un mejor futuro en este desconocido pedacito del Nuevo Mundo. 

No traía consigo dinero ni otras pertenencias, pero le sobraba entusiasmo y optimismo.

 Había nacido en San Gall, Suiza, en 1910. Su padre era un modesto diseñador de encajes y bordados, y su madre había muerto durante la epidemia de gripe que abatió a Europa, cuando él apenas contaba con ocho años de edad. 
En San Gall se había graduado en la Escuela de Comercio, a los 18 años. Su idioma materno era el alemán, pero él aprendió francés e inglés, y decidió estudiar además el español como tercer idioma extranjero.

Supo que en París había oportunidades de trabajo y hacia allá se marchó. Consiguió empleo en una empresa exportadora de pieles, como encargado de la correspondencia en alemán, francés e inglés. Pero el joven quería más, y después del trabajo, por las noches, estudiaba una especialización en la carrera de Comercio.

 Terminada esa especialización e informado de que a muchos de sus colegas les iba muy bien en las colonias francesas, tomó cursos por correspondencia en la Escuela Superior de Colonias. El esfuerzo dio frutos: a principios de 1933 recibió cuatro ofertas de trabajo provenientes de ultramar: Dakar, Madagascar, Saigón… y San Salvador.

 Hotel nuevo mundo San Salvador 1916


Podemos apreciar el Hotel Nuevo Mundo, su dueño era don Alexander Porth, fue después ocupado por el Hotel Astoria y el Almacén de abarrotes Veciana. En esta pagina reproducida de “El Libro Azul de El Salvador”, distinguimos los detalles de, los exteriores e interiores del Hotel Nuevo Mundo, situado frente a la esquina suroriental del Palacio Nacional.

Embelesados por sus lámparas, muebles y decorados, vemos la entrada a su comedor (1), una esquina del mismo (2), a su propietario, señor Porth (3), una toma de su edificio (4), sala de estar (5) y su bar o cantina (6). 

Hotel Nuevo mundo San Salvador El Salvador, 1924


Podemos apreciar el tranvia e el Hotel Nuevo Mundo, su dueño era Don Alexander Porth, fue despues ocupado por el Hotel Astoria y el Almacen de abarrotes Venecia.


Fotografía de San Salvador Antiguo 1880-1930


Edificio de Correos Nacionales de El Salvador, 1905




EDIFICIOS DE CORREOS NACIONALESDE ELSALVADOR  DE  1923





Edificio de Correos Nacionales de El Salvador. Utilizado en épocas anteriores como Instituto nacional, Escuela Politécnica Militar, Corte Suprema de Justicia y Palacio legislativo, en una de sus salas interiores se llevo acabo, el 30 de enero de 1925, la sesión que , por segunda y definitiva vez, dio origen a la Academia Salvadoreña de Historia. Inaugurada en 1886, esta edificación fue destruida por un siniestro provocado en la noche del 9 de noviembre de 1955.

Hospicio de Huérfanos, El Salvador 1924



En los predios donde funciono la Casa, Capilla e Iglesia del Patrocinio-primer hospital general de la ciudad, fundado en 1806 por el filántropo español Fernando Antonio Escobar (1725-1807)-, vemos la cornisa y balcones enrejados del bello edificio del Hospicio de Huérfanos, los cuales contrastan con la calle de tierra y piedras. Semidestruido por el terremoto de 1917, en la actualidad su predio es ocupado por el mercado municipal “Sagrado Corazón” y su guardería infantil, que se encuentra alojada en el sector sur de lámina y hierro del antiguo Hospicio


Señoras dan un paseo previo al concierto de la Banda de los Altos o Supremos poderes San Salvador El Salvador, 1924



Antes el Palacio y Universidad nacionales y el edificio de Correos, unas señoras dan un paseo previo al concierto que la Banda de los Altos o Supremos poderes –dirigida por Dressner, Cousin, Drews, Aberle o Müller- o la marimba Atlacatl ejecutaba en el Parque Bolívar por las tardes. La ventana de la Tesorería General de la República se vislumbra a la derecha del fondo. 



UNIVERSIDAD NACIONAL Y ESCUELA POLITECNICA SAN SALVADOR DE SAN SALVADOR, 1927.




Universidad Nacional desde los jardines en bloques del parque Bolívar, sitio de las conversaciones vespertinas de los capitalinos


Universidad Nacional y Escuela politécnica San Salvador El 

Salvador, 1890



Personas y diligencias transitan frente al edificio de la Universidad Nacional. A su lado, Correos Nacionales, local en que funcionaron -en periodos anteriores- el Instituto Nacional, Corte Suprema de justicia y la Escuela politécnica militar. Ahora es ocupado por el Parque “General. José de San Martin” o Predio Universitario.


Interior de la Universidad Nacional San Salvador El Salvador, 

1904



Siempre ubicados en el interior de la Universidad Nacional, subimos por las escaleras y llegamos al Segundo nivel, donde tenemos ocasión de apreciar la grave belleza de su paraninfo o salón de actos públicos. 


Gran Sala de obras clásicas de la Biblioteca Nacional San 

Salvador El Salvador, 1904




Gran Sala de obras clásicas de la Biblioteca Nacional, centro cultural fundado en 1870 que conto, entre sus directores más destacados, con los escritores modernistas Francisco Gavidia y Arturo Ambrogi.

 En esta sección se alojaba la rica colección bibliográfica que perteneció al cardenal italiano Lambruschini. Compuesto por textos en latín, griego, francés, ingles y español de los siglos XVI al XIX, dicho acervo de 6,000 volúmenes fue comprado por el gobierno salvadoreño al general mexicano Manuel Larrainzar, en 1868.



Casa del medico y alcalde Ramón García González San 

Salvador El Salvador, 1924



Casa del medico y alcalde Ramón García González , hoy Centro Comercial José Matías Delgado, dado que allí se localizaba, a inicios del siglo XIX, la residencia de este presbítero y doctor, prócer de la independencia centroamericana. 


La Casa Ambrogi, San Salvador El Salvador 1927



Considerada el primer rascacielos de Centro América, vemos la casa Ambrogi. Construida entre 1875-1888 con adobe, madera y lamina en atención al encargo del general Constantino Ambrogi, fue inaugurada, inconclusa, en 1985, dañada por el terremoto del 10 de octubre de 1986 y demolida en 1996. Sus salones albergaron a la casa de habitación del escritor modernista Arturo Ambrogi y a una serie de hoteles, periódicos y muchísimos pequeños negocios. En la actualidad, su predio es ocupado por un parqueo privado.


Procesión del Santo vía crucis en San Salvador El Salvador 

1924



Panorámica de la procesión del vía crucis del día Viernes Santo que marcha hacia el este de la sexta calle. A la izquierda, el hospicio de huérfanos (actual mercado sagrado corazón de Jesús). A la derecha la casa de don Aníbal Salazar (1885-1957), quien efectuó la toma de esta fotografía.



Casa Mugdan San Salvador El Salvador, 1924




Casa Mugdan, fundada en 1985 como una distribuidora de maquinas de escribir, pianos y pianolas que era propiedad de los alemanes Félix y Salvador Mugdan y de su socio Max Freund. Liquidada en 1935, después fue ocupada por la Casa de la Música y ahora su local es sede de una sucursal del supermercado la Despensa de Don Juan. Al fondo, Portal de Occidente.


Palacio Municipal de San Salvador El Salvador,1900



Palacio Municipal, construido en 1887 en el mismo predio que ocupo el Cabildo colonial (1545-1873). Fue destruido por un incendio en la noche del 24 de febrero de 1919 y es , en la actualidad, sede del predio Municipal de Relojeros.



Palacio Municipal de San Salvador El Salvador, 1916


Interior del Palacio Municipal, en uno de cuyos locales funciono la sala de reuniones y biblioteca de la Academia de Ciencias y Bellas letras de San Salvador, fundada el 20 de mayo de 1888.


Boda en San Salvador El Salvador, 1927

Podemos ver a una pareja que abandona –entre honores de ordenanza- el Palacio Nacional. 


Exposición Nacional de El Salvador, 1904

Un momento de la inauguración, en 1904, de la Exposición Nacional de El Salvador y de Finca Modelo. 



Presidente Dr. Alfonso Quiñonez Molina, San Salvador El 

Salvador 1928


Frente a la entrada principal del Palacio Nacional, el presidente Dr. Alfonso Quiñonez Molina aborda el carruaje oficial “Victoria”.


Club Internacional, San Salvador El Salvador 1924


En un vistazo, apreciamos el espacio central interno del Club Internacional. 



Interior de una vivienda privada, San Salvador El Salvador 

1916



Entre muebles de mimbre, conexiones eléctricas y de teléfono, escupideras y otros elementos, vemos a un ambiente de tertulia en la sala de una residencia privada. 


Bienvenida al coronel Charles “Lucky” Lindbergh, San 

Salvador 1928




Escena de la bienvenida que el pueblo y gobierno salvadoreños le tributaron el 1 de enero de 1928 al coronel Charles “Lucky” Lindbergh. En 1927, este famoso aviador estadounidense cruzo el Océano Atlántico, en un vuelo solitario desde New York hasta Paris realizado a bordo de su aeroplano, el Spirit of St. Louis 


Banda de los Supremos Poderes San Salvador El Salvador 

1924




Entrada al Cementerio General de San Salvador -inaugurado en agosto de 1849-, en cuya Entrada de los Ilustres vemos a la Banda de los Supremos Poderes, dirigida por el músico alemán Paul Müller. Sin lugar a dudas, una de las mejores orquestas sinfónicas que ha tenido Centroamérica ha sido la Banda de los Supremos Poderes de El Salvador. Fundada en 1841, fue una de las primeras que tuvo el istmo, siendo la antecesora de la actual Orquesta Sinfónica. Su dirección estuvo a cargo de músicos europeos, principalmente alemanes, entre los que podemos mencionar a Emilio Dresner, Richard Hutterauch, Paul Müller, y Carlos Malhman. 

Sin embargo, es posible que el mejor director que tuvo la banda halla sido el maestro alemán Don Enrique Drews, quien nació el 31 de Octubre de 1847 en Memel, Prusia Oriental (hoy Klaipeda, Lituania) y asistió al conservatorio de música en Colonia. Estuvo casado con Elena Aschoff, con quien tuvo cinco hijos: Emilia (casada con Angel Guirola), Federico (casado con Ana María Depner), Enrique (quién emigró a Colombia), María (casada con Roberto Alvarez) y Teresa (casada con Ricardo Sagrera Puig).


 En 1876 fue llamado por el gobierno salvadoreño, presidido entonces por el Dr. Rafael Zaldívar, para sustituir a Emilio Dresner en calidad de Director de la Banda de los Supremos Poderes. La presencia del Maestro Drews al frente de ella es de gran importancia en la vida cultural de El Salvador, ya que él la reestructuró totalmente, y renovó su repertorio con obras de los más insignes compositores, como Beethoven, Brahms, Wagner, Strauss, y Mozart. Esto motivó a contratar filarmónicos en México, Guatemala y Costa Rica, lo que significó un aumento en el nivel de profesionalismo y eficacia de la banda.


Durante su batuta, los conciertos se llevaban a cabo en los Parques Bolívar y Dueñas (ahora Plaza Barrios y Plaza Libertad), siendo constituido su repertorio, como ya se ha dicho antes, por música clásica y semiclásica. También bajo su conducción, la banda tocaba en los conciertos de maestros líricos como Goré, Meant y Wanrell, en las festividades oficiales, en las recepciones a los más altos dignatarios y diplomáticos, y en casi todos los eventos importantes de la época. 


El Maestro Drews también compuso sus propias obras, entre las cuales están “El ferrocarril galopa”, la marcha “La travesía feliz”, compuesta en honor al Dr. Rafael Zaldívar a su regreso de un viaje por Europa, el pasodoble “El Triunfo”, y las marchas militares "El 81" y "Chalchuapa". Sin embargo, su más grande legado fue la orquestación del Himno Nacional, compuesto por Juan José Cañas y Juan Aberle, y estrenado el 15 de Septiembre de 1879 por la Banda de los Supremos Poderes bajo su batuta. Su mérito por ello es muy grande, dado que la orquestación de cualquier pieza es tan importante como su letra y su música, y para poder hacerla se requiere tener un perfecto sentido de la armonía para combinar los diversos tonos de los instrumentos y crear un sonido agradable al oído que mantenga y haga crecer los sentimientos expresados por el autor. 


Uno de los momentos más importantes del Maestro Drews al frente de la banda fue en la Exposición Centroamericana de 1898 celebrada en Ciudad de Guatemala durante la administración del General José María Reina Barrios. En ella, la Banda de los Supremos Poderes de El Salvador tuvo una destacada actuación bajo su conducción, ejecutando conciertos para un público exigente con tradición musical desde la época colonial, obteniendo el Gran Premio de la Exposición en la categoría de Bellas Artes. A finales del siglo XIX, los extranjeros que visitaban El Salvador quedaban impresionados de encontrar en un país tan pequeño, un cuerpo orquestral de tan elevada categoría, que contaba con toda la gama de instrumentos, y que estaba compuesto por más de cien miembros. 


Su labor al frente de la banda fue ampliamente reconocida en el país. Aparte de las numerosas muestras de agradecimiento que muchas personas le dieron, recibió cuatro medallas de honor al mérito concedidas durante las diferentes administraciones, siendo también distinguido como ciudadano honorario de San Salvador y posteriormente como Salvadoreño Honorario.

Estuvo en su cargo durante 35 años, teniendo una excelente actuación durante todo ese período. Su labor era tan reconocida, que dos veces anunció su retiro y las dos el presidente en turno le pidió que continuara. Fué hasta la tercera vez que el gobierno, con mucho pesar, por fin autorizó su retiro en 1911, y contrató a Carlos Malhman. Al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914, éste regresó a Alemania, por lo que el Maestro Drews tuvo que volver a hacerse cargo de la banda hasta 1915, año en que se retiró definitivamente a causa de su edad, siendo nombrado Director Honorario Vitalicio. 

Su trayectoria también ha sido reconocida por varios autores que han abordado el tema de la historia musical en El Salvador o han escrito obras acerca de las personalidades que han dejado huella en el país. Arturo Ambrogi en una de sus crónicas le llama "Papá Drews", y también aparece en “El Libro Azul de El Salvador”, publicado en 1916 durante la administración del Dr. Carlos Meléndez, obra en la cual se nombran a las figuras más destacadas de la sociedad salvadoreña de la época. Su labor ha sido tratada en “Estampas del viejo San Salvador”, de Julio C. Castro; en “Historia sobre el arte de la música en El Salvador”, de Rafael González Sol, quien llega a definir su perído como el momento estelar de la banda; en "Himnología Nacional" de Jorge Lardé y Larín, en el “Diccionario Histórico Enciclopédico de la República de El Salvador” de Miguel Angel García, obra que señala la importancia que tuvo el Maestro y dedica varias páginas a programas de sus conciertos y anécdotas de ellos; y en otras publicaciones sobre el tema. Además ha sido mencionado en diversos artículos sobre la historia y el desarrollo de la música en El Salvador publicados durante las últimas tres décadas en La Prensa Gráfica, El Diario de Hoy y El Diario El Mundo, en los cuales se señala su decisiva importancia para la música en el país.

Después de más de 35 años de entregar su arte en beneficio del público salvadoreño, el Maestro Drews murió el 11 de Febrero de 1916, siendo enterrado en el Cementerio de los Ilustres. 

Salvador Country Club, San Salvador El Salvador 1927



Ubicados sobre la calle que de San Salvador conduce a la vecina ciudad de Santa Tecla (antiguo camino del Guarumal), nos encontramos con las instalaciones externas del Country Club Salvadoreño (hoy Casa presidencial de El Salvador), un centro de recreación y reuniones exclusivo para extranjeros y nacionales de alta sociedad fundado en 1926 y construido por el arquitecto e ingeniero costarricense Daniel C. Dominguez.









Plaza Francisco Morazán



La Plaza Francisco Morazán está ubicada en el centro histórico de la ciudad de San Salvador, El Salvador. En el lugar destaca el monumento al héroe centroamericano Francisco Morazán, que contiene altorrelieves de batallas protagonizadas por el caudillo, y figuras que representan a las cinco naciones que formaron la República Federal de Centro América. Es considerado el monumento más antiguo de esta ciudad. Al costado sur de la plaza, se encuentra el Teatro Nacional de San Salvador.









HISTORIA

El Gobierno de El Salvador, presidido por Rafael Zaldívar, dispuso la erección de una estatua de mármol en honor a Francisco Morazán, presidente de la República Federal de Centro América, para el 15 de marzo de 1882, en vista del cuadragésimo aniversario de su muerte. La obra fue encargada al artista Francisco Durini, en Génova, Italia. Al evento fue invitado el Gobierno de Honduras, al cual se le requirió el nombramiento de un comisionado, dignidad que recayó en el Licenciado Cruz Ulloa, yerno de Morazán. Por su parte, la Cámara de Senadores del estado salvadoreño decretó el 15 de marzo como "fiesta cívica nacional".

De acuerdo al programa oficial, en horas de la mañana del día de la develación del monumento, un número de 5.000 hombres se presentaron en valla de honor desde la Casa Presidencial de El Salvador hasta la Plaza. La comitiva del Presidente incluyó a una compañía de Zapadores, y otra de Cazadores, que presidieron al Estado Mayor; también escoltaron al mandatario alumnos de colegios, Corporación Municipal, Gobernador departamental, Jueces y otros funcionarios del Poder Judicial, representantes de la Universidad, funcionarios de Hacienda, Congresistas, Tribunal Supremo de Justicia, Comisionados de Centroamérica, Secretarios de Estado y Ministros extranjeros.

Acto seguido, el Presidente de la República corrió el velo del monumento en medio de las salvas de artillería, declarandolo inaugurado; posteriormente, un orador oficial ocupó la tribuna, y después lo hicieron todos aquellos que por su propia iniciativa tomaron la palabra. Al final, los veteranos sobrevivientes de las campañas del General Morazán hicieron guardia de honor al pie del monumento, y se tomó por Jefe del cuerpo al más antiguo de ellos; asimismo, hubo una parada militar en la Plaza de Armas, en la cual, una vez concluída, se rindió honores a la Bandera de la República Federal de Centro América. El estandarte fue llevado al lugar del monumento, adonde continuarían los tributos con el depósito de coronas florales y discursos de representantes de diversas entidades cívicas y gubernamentales. La jornada culminó con un banquete en el teatro de la ciudad.

El discurso del Presidente Zaldívar comprendía estas palabras:

Tengo grande honra declarar inaugurado el Monumento que en nombre de los salvadoreños, he hecho levantar, al más esforzado de sus caudillos y al más ilustre de los héroes...Conciudadanos: honremos la memoria de aquel esclarecido patriota, inspirándonos en las altísimas ideas y nobles sentimientos de su genio inmortal y afiliémonos a la Santa causa que él sostuvo, que es la del progreso, y de la Unión Nacional, para que cuanto antes, veamos realizados el más ferviente deseo de los salvadoreños, la reorganización de nuestra querida Patria, Centro América, y podamos agruparnos todos bajo el pabellón bicolor, que es la más gloriosa enseña de nuestra nacionalidad.
Por su parte, el orador hondureño Álvaro Contreras, en representación del Poder Ejecutivo de esa nación, expresó:

Estamos en presencia de la personificación en bronce del primer héroe centroamericano. El cincel del artista ha venido ha inmortalizar la noble imagen del hombre extraordinario que por maravillosa manera supo improvisarse el señor de la victoria, el numen del patriotismo, el genio de la libertad, el inmortal favorito de la gloria...
De igual manera tomaron parte diversas personalidades, sea con discursos o poemas, tales como: Rafael Reyes, David Castro y Juan José Cañas, por parte de la Universidad; Luciano Hernández por la Municipalidad; Manuel Barriere por la Sociedad "La Juventud"; Francisco Arriola y el poeta Miguel Plácido Peña por la asociación "La Democracia"; Pablo Buitrago en representación del Gobierno de Nicaragua, y el mismo Cruz Ulloa por Honduras; también asistieron los poetas Rubén Darío, Calixto Velado, Joaquín Aragón y Carlos Bonilla.



Palacio Ejecutivo o Casa Blanca de El Salvador, 1892








Palacio Ejecutivo o Casa Blanca de El Salvador construido entre 1867-1868 en el predio que a principios del siglo XIX ocupara la casa solariega de los presbiteros independentistas Nicolas, Vicente y Manuel Aguilar.
Palacio Ejecutivo o Casa Blanca de El Salvador construido entre 1867-1868 en el predio que a principios del siglo XIX ocupara la casa solariega de los presbiteros independentistas Nicolas, Vicente y Manuel Aguilar.
Utilizado también por la Corte Suprema de Justicia (1898), la Escuela Politécnica Militar (academia que funciono, en varios sitios, entre el 24 de agosto de 1900 y el 17 de febrero de 1922) y la dirección general de Correos (1911), fue en este lugar donde se desarrollo la sesión que dio origen, el 22 de septiembre de 1912, al Ateneo de El Salvador.
Este bello e histórico edificio se incendio el 21 de marzo de 1918 y en su predio fueron construidas las sucesivas edificaciones de los cines Popular y Libertad.


En 1892 se crea la moneda nacional.

Bajo la presidencia de Carloz Ezeta, se inauguró la Casa de la Moneda el 28 de agosto de 1892; el 1 de octubre del mismo año, como homenaje a Cristóbal Colón en el IV Centenario del Descubrimiento de América, la Asamblea Legislativa reformó la ley monetaria y cambió el nombre a "Colón". El cambio con respecto al dólar estadounidense en ese momento era de 2 colones por un dólar. Curiosamente, las primeras monedas oficiales de El Salvador no cumplían con los requisitos y diseños de la ley de 1883. Estas fueron acuñadas en denominaciones de 1 y 3 centavos fechadas 1889 en Birmingham, con la efigie del General Francisco Morazán al frente y el valor en guirnalda al reverso. Sin embargo, y aún más curioso, estos diseños son los que prevalecieron hasta que la moneda desapareció.




SENSUNTEPEQUE EN 1898. EL RECLAMO DE ROSA GELBTRUNK. Un conflicto entre El Salvador y Estados Unidos.


 

                Fotografía antigua de la actual calle Doroteo Vasconcelos oriente


En noviembre del año de 1898 ocurrió en Sensuntepeque, Cabañas, el robo de mercadería, al parecer por parte de las fuerzas revolucionarias de Tomás Regalado, perteneciente a una empresa comercial estadounidense que había venido a hacer negocio a El Salvador. Esto condujo a un enfrentamiento diplomático entre la República de El Salvador y los Estados Unidos de América.


¿Qué eventos históricos estaban ocurriendo para entonces en El Salvador? ¿Quiénes eran los dueños de esta empresa comercial? ¿A cuánto ascendía el monto de lo robado? ¿Cómo se solucionó el conflicto entre nuestro país y los Estados Unidos?


Son muchas preguntas. Pero lo bueno es que todas tienen respuestas. Y la mejor manera de responderlas es presentando los hechos históricos de lo que ocurrió.






SENSUNTEPEQUE ENTRE LA IGLESIA SANTA BARBARA Y EL PARQUE 

El Salvador de ese entonces se encontraba en un vaivén geográfico-político intenso, ya que precisamente hasta ese noviembre dejó de pertenecer a la República Mayor de América Central, la cual fue una breve unión entre Honduras, Nicaragua y El Salvador, que duró de 1896 a 1898, en un intento de revivir la fallida República Federal de América Central. Los tres países habían estado de acuerdo en establecer la unión con la firma del Tratado de Amapala y hasta habían rebautizado a la unión como «Los Estados Unidos de América Central». La capital había sido ubicada en Honduras, en la ciudad de Amapala, en el Golfo de Fonseca. Sin embargo, la unión fue disuelta después que el General Tomás Regalado tomó el poder en El Salvador el 21 de noviembre. 

Tomás Regalado


Tomás Regalado fue uno de los conspiradores que en 1894 participó en el derrocamiento del gobierno de Carlos Ezeta, dentro del movimiento llamado de “Los 44″, batalla muy conmemorada en el departamento de Santa Ana. El 14 de noviembre de 1898, el General Regalado derrocó al presidente Rafael Antonio Gutiérrez, aun cuando este consideraba a Regalado como su mejor amigo. (2)


Al fondo puede observarse el Cerro Grande de Sensuntepeque


El 18 de dicho mes y año, en un intento por sostener la legalidad y el pacto federativo, los patriotas doctor Prudencio Alfaro y doctor y general Luis Alonso Barahona, ocuparon la plaza de Sensuntepeque. El día siguiente, como a las ocho de la mañana, las fuerzas regaladistas comandadas por el general Ladislao Salazar y coronel Ángel Castillo, atacaron a las fuerzas unionistas en la hacienda de San Francisco, quienes aún a pesar de estar en desventaja en cuánto a arsenal de guerra y faltos de apoyo del pueblo sensuntepecano se apoderaron del Cerro Moidán y el teniente coronel José E. Recinos, de orden superior, subió a la cima e izó, en un árbol de laurel, el estandarte de la República Mayor (la unionista).


El capitán golpista y fiel a Regalado, Fabián M. Trigueros consiguió, después de batallar duramente contra los unionistas, alzar la bandera salvadoreña, y como a las cinco de la tarde de ese día, el ejército unionista, falto de provisiones, evacuó la ciudad de Sensuntepeque y se marchó rumbo a Honduras. 

Fotografía antigua de la actual calle Doroteo Vasconcelos poniente


Fue en el marco de esta hecatombe gubernamental de 1898, que sucedió el robo valorado en $22.000 (en plata) a Maurice Gelbtrunk & company, empresa que creemos se dedicaba a la explotación minera en Sensuntepeque.


Tomás Regalado en 1899 fue elegido bajo “elecciones populares”, presidente constitucional para un período de cuatro años. Se dice que el derrocado presidente Gutiérrez jamás lo perdonó.


A continuación les presentamos el documento elaborado en 1902 en Washington, Estados Unidos de América, en donde se establece el reclamo de Rosa Gelbtrunk y la resolución del conflicto. He aquí el documento en cuestión:


“Ciertas diferencias han emergido entre los Estados Unidos de América y la República de El Salvador que consisten en que esta última República mencionada pague la indemnización por la pérdida de recursos sostenida por ciertos ciudadanos estadounidenses cuyos nombres son Maurice Gelbtrunk e Isidoro Gelbtrunk, miembros de la firma de Maurice Gelbtrunk y compañía, debido a la pérdida y destrucción de la mercadería perteneciente a la susodicha firma, durante la ocupación de la ciudad de Sensuntepeque, en el mes de noviembre de 1898, por una fuerza revolucionaria. Dicha mercadería fue desaparecida, robada o destruida por los soldados de la susodicha fuerza armada revolucionaria. El seguimiento a esta solicitud de indemnización fue otorgado a la actual demandante Rosa Gelbtrunk, por parte de la firma Maurice Gelbtrunk y cia. Habiendo sido imposible alcanzar un acuerdo entre las partes a través de la vía diplomática, se solicitó el arbitraje internacional a cargo de Sir Henry Strong, de Canadá; el honorable Don M. Dickinson de Michigan y el honorable señor Don José Rosa Pacas, de Santa Ana, El Salvador, quienes teniendo en sus manos el deber de escuchar y determinar las diferencias ya mencionadas, después de haber leído y considerado las evidencias y documentos proporcionados por las partes involucradas y habiendo escuchado a las partes y a sus asesores, procedieron a dictaminar la sentencia siguiente:


“Los árbitros adjudican y declaran que los Estados Unidos, a nombre de Rosa Gelbtrunk, no tienen derecho a pedir ningún pago o indemnización por los reclamos hechos.


“En fe de lo cual, los árbitros arriba mencionados firmaron y publicaron este dictamen en la ciudad de Washington, este segundo día de mayo, en el año de nuestro Señor de 1902. Elaborado en cuadruplicado en inglés y en español. Firmado por Henry Strong,Don M. Dickinson y José Rosa Pacas.”


SENSUNTEPEQUE DE ANTAÑO
Ayudó mucho a que la resolución favoreciera a El Salvador los antecedentes histórico-jurídicos del siglo XIX de ciudadanos estadounidenses y europeos, con casos similares en Nápoles y Toscana, Italia; así como en Georgia, Estados Unidos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó el caso en el volumen XV, pp 463-466, del “Report of international arbitral award”, en donde se habla de este conflicto entre El Salvador y Los Estados Unidos y sirve actualmente como referente en cuestiones de arbitraje internacional.




1913 Asesinato de Araujo e inicio de la dinastía Melendez - Quiñones.


Después del asesinato del ex presidente Dr. Manuel Enrique Araujo en febrero de 1913, arriba al poder Ejecutivo el ex presidente Carlos Meléndez, donde se inicia un nepotismo que llega a su final  en la década de 1920 cuando llega al poder Don Pío Romero Bosque. A ese nepotismo entre los Meléndez y la familia Quiñónez se le conoció como apuntamos más arriba: la dinastía de los Meléndez-Quiñonez. Sus gobiernos sirvieron únicamente para beneficiar a las grandes incipientes familias cafetaleras del país. El Dr. Jorge Arias Gómez señala que “El 1 de marzo de 1927, Pío Romero Bosque inaugura su periodo presidencial de cuatro años. Su ascenso al poder se debió a la imposición de su candidatura oficial –la única en las elecciones- por el nepotismo de los Meléndez-Quiñónez. La línea política que había trazado Quiñónez  Molina, era la de tener a un testaferro, a un hombre de paja, a través del cual seguir gobernando el país”.

1924 fundacion de la "Federacion Regional de los Trabajadores de El Salvador" 

En 1924 se funda la Federacion Regional de los Trabajadores de El Salvador(FRTS) mas conocida como la "Regional" Alfonso Quiñones impuso en la presidencia a su ministro de guerra Pio Romero Bosque, de esta manera pretendía seguir controlando al gobierno, pero Romero se distancio de la dinastía en diciembre de 1927, Carlos Melendes intento derrocarlo pero fracaso, por lo cual tuvo que huir a Costa Rica  Romero Bosque quito el estado de sitio impuesto por la dinastía (Melendez-Quiñones) dio libertad de expresión  decreto algunas leyes a favor de los trabajadores urbanos, redujo las jornadas de trabajo a ocho horas diarias, pero también reprimió a los trabajadores del campo.


CRISIS MUNDIAL DEL CAPITALISMO

En el año de 1929, se produjo una gran crisis económica a escala mundial que comenzó en los E.U
y que ocasiono graves problemas en todos los países capitalistas, la crisis fue originada por el deseo de los capitalistas estadounidenses de hacerse mas ricos, entonces comenzaron a producir mas de lo que la gente podía comprar. Las bodegas de las fabricas se llenaron de productos, los dueños de las fabricas despidieron a mucha gente obrera, quienes como no tenias trabajo ni dinero no podían comprar, los países tampoco compraban a otros países. Esa crisis afecto mucho a El Salvador.
La crisis provoco la caída del precio del café y como la economía de El salvador dependía de la exportación del café, los cafetaleros y el Gobierno ganaban menos dinero.
Pero quienes realmente sufrieron la crisis fue el pueblo. El gobierno despidió a muchos empleado públicos,  y a los que mantuvieron el empleo se les rebajo el salario, lo terratenientes hicieron lo mismo con los jornaleros.


Muestra escenas de los sucesos que acontecieron en el gobierno del Ingeniero Arturo Araujo.




Relata de como el General Maximiliano Hernandez Martinez desarrolla su vida como militar estudiando en Guatemala hasta que es llamado por el Ingeniero Arturo Araujo, y en 1931 llega a la presidencia.


Este vídeo es una reseña de la forma en que el pueblo se unió por medio de las fuerzas populares de liberación.
  


El Salvador - El Puente de Oro y El Puente Cuscatlán, 
fueron 2 bellas estructuras, con hermoso diseño, destruidas en la época de los 80 por el FMLN.

este video contiene mucha informacion sobre el puente de oro y el puente cuscatlan,los cuales forman parte de la historia de nuestro pais.



El Salvador en Miss Universo




1955. MARIVEL ARRIETA GÁLVEZ FUE PRIMERA FINALISTA EN ESE AÑO. NUNCA EL SALVADOR ESTUVO TAN CERCA DE GANAR LA CORONA.



Contrario a lo que muchos piensan, El Salvador ha tenido una larga y honorable trayectoria en Miss Universo.
La primera joven que representó al país en este famoso concurso fue Myrna Ros Orozco, quien viajó a los Estados Unidos en 1954. A pesar de su encanto, no consiguió hacerse de ningún reconocimiento.
El Salvador, por supuesto, no se desalentó con los resultados y al año siguiente envió a Maribel Arrieta Gálvez.
Una joven con una belleza indiscutible, tanto que hasta fue comparada con la famosa actriz Marilyn Monroe.
Nuestra representante no sólo fue elegida Miss Simpatía, sino que se transformó en la primera finalista del certamen. El triunfo fue aplaudido por todos los salvadoreños que la apoyaron sin condiciones.
Pero la excelente experiencia de Arrieta no se repitió durante 16 años, porque el país no participó en el certamen de 1956 a 1972.
Fue hasta 1973, que Gloria Ivette Romero representó a El Salvador en Grecia.
Ya para 1975, el Pulgarcito de América se transformó en la primera sede centroamericana de la competencia y llegó el turno de figurar para Carmen Elena Figueroa. La delegada –escogida mediante el certamen de Miss El Salvador– se colocó en la octava posición de las 12 semifinalistas.
En ese año, Eddie Roberto González adquirió la franquicia del concurso. "Conocí a la gente de Miss Universo de casualidad. Me dijeron en broma que me iban a nombrar director para Centroamérica, y así lo hicieron", comentó, en su oportunidad, el representante de Miss El Salvador, quien se apoyó en Telecorporación Salvadoreña por 28 años.
En esa época, la organización y preparación de las participantes incluyó no sólo el mejoramiento de la apariencia física, sino el fomento de un interés real en las materias de cultura y arte.
Gracias a este tipo de preparación integral, en 1985 Julia Haydeé Mora ganó el premio a "La chica más popular y seguida por los medios de comunicación".
En 1995, Eleonora Beatrice Carrillo Alamanni se agenció la séptima posición en la etapa preliminar del concurso, con un puntaje total de 9.197.
Carrillo obtuvo en las semifinales la calificación más alta en la ronda de entrevistas. Sin embargo, al combinar estas notas con las que logró en las rondas de traje de noche y de baño quedó, finalmente, en la octava posición.
Al año siguiente, El Salvador volvió a sentirse cerca de la corona. En esta ocasión, Carmen Milena Mayorga estuvo entre las diez favoritas y se destacó en la fase preliminar con un puntaje de 8.967.
"Se me dio la oportunidad de representar a El Salvador. Yo ya quería dedicarme a mi carrera, pero con toda la trayectoria que traía pensé que era un pasito más ir al evento más grande. Así fui a Miss Universo, en Las Vegas en 1996, y quedé en el séptimo lugar", explicó Mayorga, en una entrevista realizada por EDH, en 2008.
González comentó, años después, que en 1996, "el evento fue en Las Vegas, en el Hotel Aladino, estaba en la décima fila, fue una emoción muy grande, sentí que había terminado una obra de arte".
Trece años más tarde el Pulgarcito de América volvió a brillar en Miss Universo, debido a la carismática personalidad de Rebeca Moreno. La joven fue nombrada por sus compañeras Miss Simpatía 2008.
"Uno piensa que lo que ve en las películas es puro 'show', pero en realidad las lágrimas se le salen a uno de la emoción del momento. Y cabal, cuando me dijeron que yo era la ganadora, solo pensé que era imposible, miraba a mi familia, a toda la gente. Fue un momento irreal"



Maribel Arrieta Gálvez ganó el segundo lugar en el concurso de Miss Universo en 1955. Ninguna centroamericana ha superado ese logro en la historia del concurso. Maribel hizo una película en México, se convirtió en diplomática y se casó con un noble francés.


 Carlos Lopez catedrático de la UES expone los procesos detonantes y las consecuencias que causo esta guerra, espero que les guste





Monseñor Romero fue asesinado mientras oficiaba misa en el hospital Divina Providencia, este hecho provoco gran indignación entre el pueblo.


El asesinato de monseñor Romero (24 de marzo de 1980)

 Miércoles 26 de marzo de 1980

Asesinato al pie del altar

     Mientras celebraba el sacramento de la reconciliación, una bala asesina atravesó la casulla y el corazón de Óscar Arnulfo Romero. El único «delito» que se le conoce al arzobispo de San Salvador es explicar el Evangelio, hacer oír su voz desde el incómodo papel de profeta de la verdad, y eso es cosa que forzosamente atrae la violencia de quienes no aceptan más soluciones que las impuestas por ellos.


Tras el asesinato de monseñor Romero, terror y violencia en El Salvador


Oleada de atentados terroristas contra entidades oficiales en señal de protesta por la muerte del prelado salvadoreño

     Madrid. (De nuestra redacción). -Al menos veinticinco bombas, todas ellas de alta potencia, hicieron explosión de madrugada en señal de protesta por el asesinato del arzobispo monseñor Óscar Romero. El crimen, cometido en la capilla de un hospital, donde oficiaba monseñor Romero, ha llenado de consternación a toda Iberoamérica, donde el arzobispo asesinado era muy respetado por su activa labor en defensa de los derechos humanos.

     La mayoría de los artefactos hicieron explosión en bancos y en otros organismos gubernamentales. No causaron daños personales, pero sí materiales muy elevados.

     Monseñor Romero fue asesinado el lunes de un disparo en el corazón cuando celebraba misa en la capilla del hospital para cancerosos La Divina Providencia, en la capital salvadoreña. El obispo murió frente al altar. Nuestro corresponsal en Nueva York, José María Carrascal, señala que, según versiones de los testigos, monseñor Romero fue asesinado por una sola persona en el momento mismo en que daba la comunión. Un individuo armado con una pistola, provista de silenciador, disparó contra él un solo tiro, acertándole en el mismo corazón. Mientras el asesino iniciaba su huida hacia la calle, alguien efectuó dos disparos para asustar a la gente, que se echó al suelo. Los asesinos huyeron sin problemas en un vehículo que esperaba a la puerta del hospital.

     Señala nuestro corresponsal que, aunque aún no ha sido esclarificada la autenticidad de los autores del atentado, se supone que pertenezcan a sectores ultra derechistas, a los que criticó duramente monseñor Romero en vida. El Gobierno ha declarado tres días de luto nacional en señal de duelo. Paralelamente, se ha decretado el «estado de alerta» para evitar brotes de violencia. Millares de salvadoreños se agrupaban en la mañana de ayer ante la basílica El Sagrado Corazón para rendir el último homenaje al prelado asesinado.

     Monseñor Romero fue asesinado un mes y dos días después de haber celebrado su tercer aniversario de la toma de posesión como arzobispo de la capital de El Salvador.

     Todas las instituciones educativas católicas y algunos colegios suspendieron ya, ayer mismo, todas las actividades en señal de luto. Los periódicos matutinos publicaban ayer esquelas mortuorias de la Junta de Gobierno, las Fuerzas Armadas y el Partido Democristiano, quien colabora con la Junta. Son muchos los observadores que temen que este asesinato empuje al país hacia una situación de caos incontenible que degenere en una guerra civil.

     En su última homilía, monseñor Romero hizo un emotivo llamamiento al Gobierno para que cesara lo que denominaba «represión contra el campesinado». «Las reformas no valdrán nada si están teñidas de sangre», señaló en su homilía.

     No obstante, monseñor Romero consideraba que si el actual equipo del Gobierno obtenía alguna participación de los grupos populares, que hasta ahora le han dado la espalda, todavía existía la posibilidad de llevar adelante el programa de reformas, lo que supondría una salida pacífica a la actual crisis.

     En todo el mundo se han producido reacciones de condena contra el brutal asesinato. El Papa ha repudiado el sacrílego crimen. El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) señaló, en un mensaje de condena que «la sangre de monseñor Romero derramada junto al altar, sea dramática llamada para que se deponga toda actitud de odio, violencia y venganza en El Salvador».

     Hasta el momento, no se ha señalado, oficialmente, la fecha ni la hora del entierro del prelado. Sectores del Gobierno temen que este acto sea utilizado por grupos de la oposición para desencadenar una nueva ola de violencia que conduzca al país a una situación de caos irreversible.

     Las Fuerzas Armadas han reiterado su decisión de cumplir las leyes al pie de la letra «para mantener el orden y la tranquilidad que el pueblo necesita».
     En su última entrevista, concedida a la agencia Efe, el arzobispo asesinado manifestó: «A mí me podrán matar, pero ya es imposible hacer callar la voz de la Justicia.»



Asesinato en la catedral

     Como un nuevo Tomás Becket, el arzobispo de San Salvador ha encontrado la muerte al pie del altar. Revestido con los ornamentos sacerdotales, y mientras celebraba el sacramento de la reconciliación, una bala asesina destrozó su corazón, un corazón cuyo delito era creer tercamente en la justicia, en el amor entre los hombres.
     Monseñor Óscar Romero estaba muy lejos de ser un «curita exaltado», muy lejos de ser un revolucionario de turno. Era, sencillamente, un hombre bueno, un obispo que había tomado radicalmente en serio su deber de pastorear -y, por tanto, defender- a sus fieles. Por carácter, por temperamento, era un hombre pacífico, amigo del diálogo, pero lúcido también ante la realidad de la violencia padecida por los oprimidos.
     Desde que, hace cuatro años, fue colocado al frente de la Iglesia salvadoreña había tomado el incómodo papel de profeta de la verdad y era la voz más libre, más sincera con que contaba el país. Era lógico que pronto le rodearan los odios. De uno y otro lado. Porque tal vez uno de sus mejores elogios sea el decir que, en principio, habrían podido matarle desde cualquiera de los dos extremos que hoy padece El Salvador, porque desde los dos extremos se le había amenazado, porque a unos y a otros decía la hiriente verdad.
     El mismo monseñor Romero contaba hace poco que él no hacía otra cosa que cumplir el mandato del Papa de «llamar a las injusticias por su nombre», aunque sabía muy bien que esto sólo podía hacerse a precio muy caro.
     «No me consideren un juez, ni un enemigo -decía en un sermón a los ricos del país-. Soy simplemente el pastor, el hermano, el amigo de este pueblo, un amigo que sabe de sus sufrimientos, de sus hambres, de sus angustias y, en nombre de esas voces, yo levanto mi voz para decir: no idolatren sus riquezas, no las salven de manera que dejen morir de hambre a los demás. Compartan, para que ustedes y todos sean felices.»
     Evangelio puro. Pero un evangelio que forzosamente iba a atraer hacia él la violencia de quienes no aceptan más soluciones que las impuestas por ellos. Un tiro en el corazón y ya tiene la Iglesia hispanoamericana un mártir más, y ya tienen los salvadoreños un defensor menos.
     ¿Morirá con él la voz de la justicia? Monseñor Romero había gritado hace muy pocos días -ante las amenazas que recibía, y que él no vacilaba en comentar públicamente- que «quería dejar constancia de que a la voz de la justicia nadie puede matarla».
     ¿O será, por el contrario, esta muerte la última chispa que levante una guerra civil que parecía inminente y que nadie deseaba menos que el propio arzobispo?
     Triste mundo y tristes países aquellos en los que los profetas no parecen tener más destino que el de la muerte o la mordaza. Triste tiempo aquel en el que la injusticia conduce a la exasperación, la exasperación es combatida con la violencia, esta violencia conduce a los exasperados a una violencia diversa y ya no queda a los amantes de la paz otro camino que el de gritar en medio de dos filas de ametralladoras para acabar muriendo sin que se sepa muy bien de dónde brotaron los disparos asesinos. Son -vengan de donde vengan- la semilla del odio.
     No es ésta ciertamente la primera sangre de un hombre de Iglesia derramada en Hispanoamérica. Desde que, en los años posteriores al Concilio, se produjo un mayor acercamiento del clero y las jerarquías iberoamericanas al pueblo del Continente son ya no pocos los sacerdotes sacrificados. Pero es ésta la muerte más llamativa, más impresionante. ¿Será la última?
     Eso hubiera querido ese hombre bueno que era monseñor Óscar Romero. No hace aún muchos días -el 2 de febrero-, cuando fue honrado por la Universidad de Lovaina con el doctorado honoris causa por su defensa de los derechos humanos, monseñor Romero dijo que iba a recibir esa condecoración en nombre de toda la comunidad. Porque la bala que atravesó su casulla y su corazón de sacerdote estaba hiriendo toda la causa de la justicia en Hispanoamérica.


La muerte del arzobispo Romero: el Papa, «traspasado de dolor ante el sacrílego asesinato»


La Iglesia salvadoreña, inmersa en la grave situación social y política del país

     Ciudad del Vaticano, 25. (De nuestro corresponsal.) -La reacción del Papa ante el asesinato del arzobispo de San Salvador, monseñor Óscar A. Romero, queda reflejada en las palabras del largo telegrama que Juan Pablo II ha enviado esta mañana al presidente de la Conferencia Episcopal Salvadoreña: «Al conocer con ánimo traspasado de dolor y aflicción la infausta noticia del sacrílego asesinato de monseñor Óscar A. Romero, cuyo servicio sacerdotal a la Iglesia ha quedado sellado con la inmolación de su vida mientras ofrecía la víctima eucarística, no puedo menos de expresar mi más profunda reprobación de pastor universal ante este crimen execrable que, además de flagelar de manera cruel la dignidad de la persona, hiere en lo más hondo la conciencia de comunión eclesial y de quienes abrigan sentimientos de fraternidad humana.» El Papa, cuando esta mañana ha recibido la noticia, se ha recogido en oración.

     Hace menos de un mes, Juan Pablo II había recibido en el Vaticano a monseñor Romero. El arzobispo de El Salvador había ilustrado al Papa la situación política de su país y la posición que frente a ella había adoptado como obispo. Una posición polémica que ahora, tras su asesinato, parece justificarse de sobra.

     La Iglesia salvadoreña se ha encontrado inmersa en la grave situación social y política por la que atraviesa el país. Inevitablemente, fuerzas de uno y otro signo han tratado de interpretar en clave política la actuación de inspiración moral y ética de la jerarquía salvadoreña. El Gobierno del general Romero había roto cualquier relación formal con el arzobispo de San Salvador después del asesinato, en 1977, del sacerdote Rutilio Grande, párroco de Aguilares. Desde entonces, otros cinco sacerdotes han sido asesinados.

     En estas situaciones de crisis profundas, el lenguaje de la jerarquía eclesiástica ha de depender de los acontecimientos. Los principios morales se refieren a situaciones tremendamente concretas y absolutamente dramáticas. Los extremistas interpretan estas tomas de posición como respaldos de sus actuaciones o como amenazas para los grupos que representan. La autoridad de la jerarquía se convierte en un objetivo a conquistar. No es por esto extraño que unos grupos hayan pretendido apropiarse de la figura del hoy asesinado monseñor Romero, mientras que otros pretendan lo mismo con el presidente de la Conferencia Episcopal Salvadoreña, monseñor Aparicio y Quintana, olvidando que este mismo prelado desconcertó hace unos años a la opinión pública internacional cuando declaró en Roma que «los caballos están mejor alimentados en El Salvador que los hombres». En la contradicción de esta crisis salvadoreña, monseñor Romero había sido etiquetado de «izquierdas», mientras monseñor Aparicio, con igual injusticia, era etiquetado de «derechas».

     Monseñor Romero denunciaba cada semana los crímenes cometidos en el país. De uno y otro signo. No dudaba en condenar el «falso mesianismo» de los que desde la izquierda política dedicaban todas sus fuerzas a la organización y a la acción política para «cambiar al hombre salvadoreño». Pero al mismo tiempo removía la conciencia del país recordando que «quien tiene una fe sin obras no puede esperar la salvación». -Joaquín NAVARRO VALLS.

La última entrevista


«Aunque me maten, nadie puede callar ya la voz de la Justicia»

     El arzobispo Óscar Arnulfo Romero, asesinado el lunes de un balazo en el corazón, en una iglesia de San Salvador, fue entrevistado en varias oportunidades por el corresponsal de Efe, quien lo conoció desde los días en que el prelado era capellán del colegio católico en donde él estudió. He aquí un resumen de la última entrevista de Espinoza Fernández con monseñor Romero.

     «El mal de todo es la injusticia social -dijo-. Los que no quieren cambios son los grandes malhechores -agregó, con un decidido énfasis en pro de la transformación de las estructuras socioeconómicas.»

     Al recordar esa parte de nuestra primera conversación con él como arzobispo, acoté algo que sucedió algunos días después, el día 12 de marzo de 1977.

     -Yo creo, monseñor, que la muerte del padre Grandes (acaecida en la fecha apuntada) fue decisiva para que usted tomara esta posición tan definida en pro de los pobres...
     -«En efecto, así fue. Yo siempre creí en la promoción social, de acuerdo con el Concilio Vaticano Segundo y el Congreso de Medellín, pero la muerte del jesuita Rutilio Grande fue definitiva.»
     En el curso de la conversación, el arzobispo dijo claramente que consideraba muy poco posible una salida pacífica la crisis de violencia política en El Salvador.
     -«Tengo una fe grande de que a los hombres los guía la racionalidad y que queda siempre un resto de buena voluntad para encontrar una salida pacífica -aclaró.»
     Su posición era definida en contra de la injusticia social. Por ello había recibido amenazas de la extrema derecha y de la ultra izquierda:
     -«A mí me pueden matar; pero que quede claro que la voz de la Justicia nadie la puede callar ya -señaló.»


Waldheim condena el asesinato

«Apelo a todos los implicados para que se aparten de la violencia»
     Naciones Unidas, 25. (Efe.) -El secretario general de la ONU expresó hoy estupor y dolor por el asesinato de monseñor Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de El Salvador. Califica el asesinato de monseñor Romero como parte «de la serie de recientes y muy deplorables incidentes terrorismo, con total desprecio, a los derechos fundamentales en distintas partes del mundo».
     «Condeno tales actos», afirma Waldheim en su declaración a través del portavoz, en la que agrega que «en las trágicas circunstancias actuales, apelo a todos los implicados para que se aparten de la violencia insensata y destructiva».
*[Noticia que ya aparece en La Vanguardia, pág. 19]


Washington: «Romero era un símbolo»

     Washington, 25. (Efe.) -El secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, condenó hoy el asesinato del arzobispo de San Salvador, monseñor Romero, al que calificó como «un hombre que representó los principios básicos de compasión y preocupación por todos los ciudadanos de El Salvador». «Nos encontramos sorprendidos y entristecidos por este acto criminal deplorable», afirmó un comunicado entregado a la Prensa por el Departamento de Estado y firmado por Vance.


Sentido telegrama del cardenal Tarancón

     El cardenal Tarancón se ha dirigido al Episcopado de la República de El Salvador, con el siguiente telegrama: «Profundamente apenado por el asesinato de monseñor Romero, quiero expresar mi indignación por el hecho incalificable y por la manera sacrílega de realizarlo y mi condolencia al Episcopado y a toda la comunidad católica salvadoreña por esa irremediable pérdida.»
*[Noticia que se repite en La Vanguardia, pág. 19, aunque más completa y extensa en este periódico]


Amnistía Internacional: «Un mártir»

     Londres, 25. (Efe.) -Amnesty International ha afirmado hoy que el arzobispo católico Óscar Arnulfo Romero, asesinado en El Salvador anoche (madrugada de hoy en Europa), ha sido un mártir por la causa de los derechos humanos. La organización humanitaria, con sede en Londres, advirtió la semana pasada que el citado arzobispo recibió numerosas amenazas de muerte desde que el Gobierno comenzó, junto a fuerzas paralelas de la ultraderecha, una campaña política de asesinatos y secuestros contra la población campesina del país.
*[Noticia aparecida también en La Vanguardia, pág. 19, pero más desarrollada en este último]


Tres días de duelo nacional en Nicaragua

     Managua 25. (Efe.) -La Junta de Gobierno de Nicaragua ha decretado un duelo nacional de tres días por el asesinato del arzobispo de San Salvador, monseñor Óscar Arnulfo Romero.
     El decreto de duelo nacional fue leído por Violeta Chamorro, miembro de la Junta de Gobierno y viuda del periodista Pedro Joaquín Chamorro, asesinado en enero de 1978.
     Para hoy, martes, está programado un acto de masas en la plaza de la Revolución, como parte de las honras fúnebres que Nicaragua tributará a monseñor Romero.




La muerte del arzobispo Romero

A UN PASO DEL CAOS
     El asesinato del arzobispo Romero cubre de negros presagios el futuro de El Salvador, que ya aparecía bastante tenebroso últimamente. Los asesinos que irrumpieron en la capilla del hospital, «La Buena Providencia», no sólo han dejado sin voz al 90 por 100 de los salvadoreños, sino que han dado un nuevo empujón a esta pequeña república en su marcha hacia la guerra civil.
     En Nicaragua, la insurgencia sandinista no cobró verdadera importancia hasta el asesinato del periodista Joaquín Chamorro a manos de una organización ultraderechista. Los observadores señalan que en El Salvador podría ocurrir ahora lo mismo.
UNA PERSONALIDAD RESPETADA
     Sin duda alguna, monseñor Romero era una de las personalidades más respetadas de toda Iberoamérica. Su firme actitud en defensa de los derechos de los oprimidos y de denuncia de las injusticias de las clases dominantes le habían valido la nominación para el premio Nobel de la Paz y el odio de un pequeño, pero poderoso, grupúsculo de sus conciudadanos.
     Durante tres años, domingo a domingo, el arzobispo Romero ha fustigado, sin dudas ni reticencias, los abusos del Gobierno militar y el egoísmo de la alta burguesía salvadoreña. Sus homilías llegaron a convertirse en un elemento político de enorme magnitud. Eran retransmitidas por la mayoría de las cadenas de radio del país y analizadas al día siguiente en los diarios.
     Monseñor Romero saludó con optimismo el golpe de los coroneles, que derrocó en octubre la dictadura del general Romero (a quien no le unía ningún lazo familiar, por otra parte).
     Pero, poco a poco, todas las esperanzas depositadas en esta maniobra se vieron superadas por los acontecimientos. Los nuevos gobernantes, sin práctico control sobre los Cuerpos de Seguridad, no conseguían poner coto a la represión (setecientos muertos en lo que llevamos de año). Por otra parte, las tímidas reformas puestas en marcha hace unas semanas -nacionalización de la Banca y ocupación de algunos latifundios- no se habían repercutido favorablemente en las clases menos favorecidas.
EL USO DE LA VIOLENCIA
     Su desánimo ante el devenir de los acontecimientos le llevó a declarar hace poco al rotativo francés Le Monde: «No es la Iglesia quien debe decidir la hora de la insurrección. Pero es cierto que esta institución no podría condenar la violencia cuando se ha intentado infructuosamente todos los medios pacíficos de evolución hacia la justicia social.» Y concluía: «Los daños provocados por la insurrección serían menores que los que ahora padecemos.»
     El pasado domingo había estado particularmente duro en sus críticas al Gobierno. Recordó los ciento cincuenta muertos en el transcurso de la semana y llegó a insinuar que «la violencia legítima está cerca».
     Era, sin duda, un arrebato de pasión, encendido ante la larga serie de injusticias a las que nadie ponía coto. En conversaciones privadas, más tranquilo, censuraba sin embargo la «fanática y patológica violencia» de los grupúsculos armados de la extrema izquierda e insistía en que «la salida pacífica de la crisis está aún al alcance de nuestras manos».
     Ahora, tras su muerte, muchos lo dudan. Un miembro de la Junta de Gobierno ha llegado a señalar que «un hecho tan grave puede acabar con el país». Antes de que la bala asesina destrozara el corazón del arzobispo Romero, nadie apostaba por una evolución pacífica de los acontecimientos. La guerra civil se mascaba. Todo parece indicar que, a partir de ahora, los acontecimientos se precipiten.
     Es lógico pensar que los sectores de la izquierda intenten monopolizar en su favor el asesinato. Y que las amplias masas de trabajadores y campesinos quieran mostrar su malestar por la muerte de su gran valedor. Demasiados elementos disturbadores para que un Gobierno tan frágil como el actual pueda hacerles frente sin naufragar en el empeño. -José Alejandro VARA.




Diario 16 (España). 26 de marzo de 1980


Violencia en América Latina


El asesinato del arzobispo Romero puede ser la chispa de la guerra civil en El Salvador

     Al menos veinticinco bombas estallaron ayer en El Salvador. Miles de personas, desde la madrugada del martes, salieron a las calles con la esperanza de aproximarse al féretro del arzobispo, que será sepultado el próximo jueves día 27. Antes de morir, monseñor Romero pidió que perdonaran a los asesinos.

     San Salvador. -Patrullas militares en todas las calles, el estallido de bombas casi sin parar, corte de luz en el centro de la capital. Miles y miles de personas, con el dolor y la consternación reflejados en el rostro, que pugnaban por ingresar a la basílica de San Salvador, donde se levanta la capilla ardiente del arzobispo Romero. Éste es el ambiente que vivía ayer la capital del pequeño país centroamericano.

EL CRIMEN

     Eran las seis de la tarde y cuarenta minutos del lunes, hora de El Salvador -dos menos veinte de la madrugada de ayer martes en España- cuando monseñor Romero se desplomó mortalmente herido ante el altar de la capilla del hospital de la Divina Providencia.

     El prelado oficiaba en esos momentos una misa en memoria de la madre de un periodista, Jorge Pinto, director del periódico opositor El Independiente.

     Según las últimas versiones, cuatro desconocidos llegaron hasta el hospital de la Divina Providencia en un coche Volkswagen de color rojo. Se acercaron a la capilla y dispararon contra el arzobispo. Un disparo le atravesó el corazón, dejándolo mortalmente herido. Una religiosa que escuchaba la misa dijo que antes de morir, monseñor Romero pidió perdón para los asesinos.

ESTADO DE ALERTA

     Apenas difundida la noticia de la muerte del arzobispo, la Junta de Gobierno inició una prolongada reunión de urgencia, y declaró «el estado de alerta en todo el país».

     El día de ayer, martes, amaneció en San Salvador en un ambiente de desconcierto y terror generalizado. Al menos veinticinco bombas estallaron en diferentes edificios públicos y privados. Se dijo que por lo menos dos de las bombas han estallado en el Palacio Nacional.

     El centro de la ciudad quedó a oscuras a consecuencia de los atentados terroristas. Entre tanto, miles de personas se dirigían a pie o en toda clase de vehículos hacia el seminario San José de la Montaña, donde se había levantado la capilla ardiente. Más tarde, los restos del arzobispo fueron llevados a la basílica del Sagrado Corazón.
     El Gobierno declaró tres días de duelo nacional, y todos los colegios cerraron sus puertas.
     Por su parte, el izquierdista Bloque Popular Revolucionario convocó a un paro nacional de ocho días, y decretó duelo nacional también por ocho días.
     El clima imperante en la capital de este pequeño país centroamericano es de confusión y temor. Se recuerda que la muerte del periodista opositor, Pedro Joaquín Chamorro, fue el inicio de la lucha final que terminó en Nicaragua con la dictadura somocista. La muerte del arzobispo Romero, el crítico más destacado de la actual Junta de Gobierno, podría ser también la mecha que generara el conflicto armado definitivo de proporciones incalculables.
     Se repetían, además, de boca en boca, las palabras pronunciadas por el propio arzobispo Romero el día antes de su muerte: «No hay proyecto político que se sostenga, si no tiene un mínimo apoyo popular.»


La «otra Iglesia» de América Latina

Rafael Plaza(1)
     Óscar Arnulfo Romero, el arzobispo de San Salvador recién asesinado, había denunciado muy recientemente las «tres idolatrías» que, según él, estaban poniendo en un grave peligro a su país: la riqueza y la propiedad privada: «El deseo absoluto de tener más destruye la convivencia fraterna de los hijos de Dios»; la Seguridad Nacional: «Vivimos en una estructura de injusticia social que es la raíz de los demás males. La Seguridad Nacional transforma la fuerza armada en guardia de los intereses de la oligarquía», y la Organización: «Esa que persigue a muerte todo movimiento de oposición.»
     Éstas y otras denuncias más recientes y mucho más directas le han llevado a la muerte. Óscar Romero ha muerto como un profeta, aunque, en honor a la verdad, no se puede decir que la Iglesia de Latinoamérica esté muy surtida de profetas.
     Los mártires «de la Iglesia» hoy se pueden contar con los dedos de unas cuantas manos, y aunque la Iglesia se siente azotada por sus desapariciones, es, en el fondo, el pueblo el más herido, el más convulsionado.
     Los hombres de Iglesia que en los últimos años han ido cayendo en Latinoamérica (Romero ayer, el sábado en Bolivia Luis Espinal y antesGaspar García Laviana, en Nicaragua, y otros dos obispos, Valencia Cano y Angelelli, en Argentina, y Rutilio Grande y otros seis curas, también en El Salvador, y los padres Aguilar y Escamillas en México, y los sacerdotes Guth y Hermógenes López en Guatemala, y el padreBernié en Brasil, y los de Honduras, y los de Colombia, y los de Chile, Paraguay y Uruguay...) No han caído por defender unos dogmas católicos de alto coturno, ni una moral sacramental ortodoxa, ni una liturgia impecable, ni una predicación escatológica.
     Han muerto por algo mucho más sencillo, más cercano, más real, más vivo: el pueblo, el campesino, el pobre, el oprimido. Son, más que mártires «de la Iglesia católica, apostólica y romana», mártires del pueblo llano, que peca y pasa hambre por igual.
     Por eso se puede decir que en Latinoamérica -y esto con permiso de Fernando Sabater- hay, al menos, dos Iglesias, y quizá más. Una Iglesia conservadora, amiga de nunciaturas, diplomacias, abalorios, Ejército, poder, capital y patronos, y otra identificada totalmente con el pueblo, el pueblo latinoamericano sin tierras, sin trabajo, sin dignidad, sin seguros de nada, sin esperanza y sin sonrisa. Y es por este pueblo por el que han muerto ya tantos. No consta, todavía, ningún mártir por los otros.
     «No pisaré la Presidencia del Gobierno mientras no se esclarezcan las muertes de los 500 campesinos», había prometido monseñor Romero después de la masacre del 78. Cada vez se fue alejando más del poder -él, que era más bien conservador hasta que la muerte del padre Grande le convirtió definitivamente al pobre- y esto ha sido, probablemente, lo que le ha llevado a la muerte. Lo que va llevando a la muerte a muchos hombres y mujeres de la Iglesia latinoamericana, sin contar, claro, la de los campesinos y militantes jovencísimos de aquellas latitudes. ¡El poder! Hace muy pocos días monseñor Romero escribía una carta -que leería en la catedral de San Salvador- al propio presidente Carter, denunciando la injerencia de los Estados Unidos en la dictadura salvadoreña. ¡Qué casualidad! Menos de diez días después caería asesinado de un tiro en el corazón. El domingo había denunciado sin ambages al Gobierno y al Ejército salvadoreños. ¡Era ya demasiado! Casualmente, en estos mismos días merodeaban por las proximidades de El Salvador las salvadoras fuerzas norteamericanas, que van, presumiblemente, en apoyo de la Junta tantas veces denunciada por el arzobispo Romero.



New York Times (EE.UU.). 25 de marzo de 1980

     El arzobispo Romero fue asesinado por un francotirador que salió de un coche rojo que al parecer estaba aparcado justo ante la puerta de la capilla del Hospital de la Divina Providencia. El francotirador efectuó un solo disparo y huyó. Según el médico del hospital al que fue trasladado el arzobispo, la bala le había alcanzado el corazón.
     Nota: no se produjo ninguna detención ni juicio.(2)



El País (España). 26 de marzo de 1980

Un francotirador disparó contra el arzobispo de la capital salvadoreña mientras éste oficiaba misa

El asesinato de monseñor Romero puede sumir a El Salvador en la guerra civil
     ÁNGEL LUIS DE LA CALLE, enviado especial. San Salvador.
     «Soldado: no estás obligado a obedecer una orden contra la ley de Dios. Una ley inmoral nadie tiene que cumplirla. Date cuenta de que es tiempo de que recuperes tu conciencia. En nombre de Dios, pues, en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más, les suplico, les ruego, les ordeno, en nombre de Dios: cese la represión.»
     Estas dramáticas frases, de bíblica indignación, han sido, probablemente, las que han costado la vida al arzobispo de San Salvador, monseñor Óscar Arnulfo Romero, asesinado a las seis de la tarde del lunes por un solo disparo de un francotirador, mientras celebraba misa de difuntos en memoria de la madre de un periodista amigo suyo, el director del diario opositor El Independiente.
     Miles de personas, desafiando el miedo en que se ha convertido el aire que respiran los salvadoreños, han desfilado ante el cadáver del arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, expuesto en la misma basílica desde la que expuso domingo tras domingo las palabras de protesta que ha pagado con la vida. Gente de toda clase y condición, abrumada por un hecho que siempre fue considerado como el último límite de una imparable situación de terror, trata de expresar así el sentimiento de un dolor que resume la impotencia de un pueblo ante la violencia sin barreras.
     Todo gira en estas últimas horas alrededor de las circunstancias del hecho que conmovió El Salvador el lunes. No se han aclarado aún las versiones sobre el desarrollo de los hechos, y siguen siendo también muchas las explicaciones sobre la personalidad de los autores. Hay disputas entre las fuentes que certifican que los disparos que acabaron con la vida del cardenal fueron hechos con pistola a boca jarro y con la presencia en la capilla de los cuatro integrantes del comando asesino, otros juran que fue un solo disparo hecho a notable distancia del lugar donde se encontraba el cardenal Romero, al pie del altar. Éstos aseguran que solamente un profesional podría obrar de manera tan certera.
     Estas circunstancias, sin duda, hacen ya poco al caso, el hecho incontestable es que se ha matado a un símbolo, o quizá mejor, al símbolo de la protesta salvadoreña. El Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), cuyos planteamientos están alejados de los que preconizaba el arzobispo, ha hecho estallar cuarenta bombas en todo el país durante las últimas doce horas, como una «protesta de la protesta».
     No son pocos los que establecen comparaciones entre el martirio de monseñor Romero y la muerte de Pedro Joaquín Chamorro en Nicaragua.


Veinticinco bombas hicieron explosión en distintos puntos del país

Estado de alerta en El Salvador, donde se teme una insurrección popular tras el asesinato del arzobispo Romero
     El clero de San Salvador ha hecho un llamamiento a la OEA para que intervenga decididamente en El Salvador. Ha recordado precisamente el papel importante que esta organización jugó para resolver positivamente la crisis de aquel país. El llamamiento de la curia no parece ser simplemente una reacción burocrática. Es una llamada de socorro.
     Los curas que ayudaban a Óscar Arnulfo Romero en su labor pastoral creen, en definitiva, que el asesinato de su jefe es obra de un francotirador especializado, e insisten en la premeditación del crimen. Los vicarios pastorales, al afirmar este hecho, expresaron que «esperan más de la justicia divina que de la humana» para aclarar el asesinato.
     En los medios oficiales todo es demostración de dolor y consternación: los tres días de duelo oficial decretados por la Junta de Gobierno como enérgica condena del atentado. El Consejo de Ministros estuvo reunido largas horas en la tarde del martes. El Ministerio de Defensa, que controla los cuerpos de seguridad, especialmente en los últimos episodios de represión, se sumó también a las voces condenatorias del asesinato del arzobispo. Ayer por la mañana, el cadáver del sacerdote asesinado fue trasladado a la catedral metropolitana; allí se celebrarán velatorios y funerales. A las diez horas del próximo jueves, un cortejo acompañará los restos de monseñor al cementerio. Han anunciado su presencia numerosos obispos latinoamericanos, que ya condenaron expresamente el asesinato.
     Las autoridades salvadoreñas, ante el temor de una insurrección popular, decretaron ayer el estado de alerta en todo el territorio nacional, a raíz del asesinato, el lunes, del arzobispo Óscar Romero, informa la agencia Efe desde El Salvador. Unas veinticinco bombas hicieron explosión en las últimas horas en la capital y otras ciudades. A pesar de la censura informativa, la noticia del asesinato se extendió por todo el país en pocos minutos.
     Miembros del BNP permanecían ayer en el interior de la catedral salvadoreña, ocupada por ellos desde hace semanas en señal de protesta por la represión gubernamental. Varios sacerdotes negociaron ayer con ellos el desalojo de la catedral, para rendir hoy exequias fúnebres al prelado asesinado, si bien los ocupantes mantendrán, al parecer, su ocupación.
     El gran ascendiente del arzobispo asesinado y su infatigable denuncia de la situación socioeconómica en la que vive el pueblo salvadoreño, le habían proporcionado un gran carisma popular. Con su asesinato, desaparece asimismo un verdadero poder arbitral en El Salvador. En varias ocasiones, la mediación del arzobispo Romero había sido decisiva en conflictos entre sectores populares y gubernamentales. En un principio, se mostró esperanzado al crearse la Junta de Gobierno que derrocó al dictador Humberto Romero, el pasado 15 de octubre, si bien luego retiró su apoyo a la Junta, por entender que la represión, desde su acceso al poder, había sido proporcionalmente superior a la que sufrió el país bajo la dictadura.


Una vida pastoral comprometida

     Óscar Arnulfo Romero, de 62 años, nació en Ciudad Barrios, a doscientos kilómetros al Norte de El Salvador, en agosto de 1917. Estudió el bachillerato con los claretianos, en la ciudad de San Miguel, y, posteriormente, siguió los estudios eclesiásticos en el Seminario Pío Latinoamericano, de Roma, bajo la dirección de los jesuitas. Párroco de San Miguel a su vuelta de Europa y obispo en 1970, fue nombrado arzobispo de San Salvador en febrero de 1977.
     Días después de su nombramiento, al frente de la archidiócesis salvadoreña, uno de sus colaboradores, el jesuita Rutilio Grande, fue asesinado por miembros de un comando de extrema derecha. Según sus propias palabras, fue este hecho el que imprimió a su vida pastoral -hasta entonces caracterizada por una inquietud hacia el problema social de su país- un giro drástico. A partir de entonces, Óscar Arnulfo Romero comenzó a denunciar las violaciones de los derechos humanos en su país y adoptó una actitud pastoralmente beligerante contra la dictadura.
     En su labor de denuncia, el arzobispo de San Salvador se vio muy solo ante la jerarquía eclesiástica salvadoreña, mayoritariamente conservadora. La incomprensión, cuando no la condena o el rechazo directo, fueron las actitudes seguidas mayoritariamente por las demás jerarquías con respecto a él. «Ni una sola palabra de aliento», dicen sus colaboradores, «encontró en el nuncio», Emanuele Gerada...
     Tampoco el Vaticano encontró especial sensibilidad hacia los problemas populares salvadoreños ni hacia él. En febrero de 1979 visitó Roma y para conseguir una audiencia con el Papa tuvo que colarse en una audiencia general en primera fila, y solicitar directamente a Juan Pablo II que le recibiera.
     El carisma del arzobispo asesinado le hacía gozar de la audiencia radiofónica más elevada de su país. Un 75% de los salvadoreños escuchaba cada domingo, por la radio, emisora YSAX-La Voz Panamericana, su homilía, de dos horas de duración, salpicada de información y de recomendaciones a los campesinos y a los trabajadores, al Gobierno y al Ejército. La emisora fue volada hace quince días.
     Doctor honoris causa por las Universidades de Lovaina y Georgetown (Estados Unidos). Romero era presidente de la Conferencia Episcopal de su país y candidato al Premio Nobel de la Paz.


Juan Pablo II, profundamente impresionado

JUAN ARIAS. Roma     
     El asesinato del arzobispo de San Salvador ha causado profunda impresión al Papa. La noticia se la comunicó a Juan Pablo II su secretario particular apenas se despertó. El Papa, después de haberse recogido en oración, escribió un mensaje en español dirigido al presidente de la Conferencia Episcopal salvadoreña.
     Juan Pablo II afirma que, al conocer la noticia del «sacrílego asesinato», no ha podido dejar de expresar su más profunda reprobación de pastor universal «ante este crimen execrable que, además de flagelar de manera cruel la dignidad de la persona, hiere en lo más hondo la convivencia de comunión eclesial y de quienes abrigan sentimientos de fraternidad humana». El Papa añade que pide para que los «queridísimos hijos de El Salvador, deponiendo para siempre todo atisbo de violencia o de venganza mezquina, logren hacer cada vez más asequibles las vías de la fe y del amor cristiano, cuya fuerza es garantía de auténtica salvación y de justicia».
     Precisamente, el papa Wojtyla había recibido hace sólo unas semanas a monseñor Romero en audiencia privada, para informarse personalmente de la situación en San Salvador.
     El País conversó con el arzobispo asesinado en Puebla, México, con ocasión de la Conferencia Episcopal de América Latina. Acababan entonces de matar a dos sacerdotes de su diócesis: «Los han acusado de ser marxistas revolucionarios, pero no es cierto. Eran dos sacerdotes ejemplares, que se habían puesto abiertamente de la parte de los oprimidos y que predicaban el Evangelio sin miedo.» Y añadió: «Claro que en un pueblo como el mío, donde la mayor parte son aún analfabetos y donde la riqueza está en manos de unos cuantos y la miseria es de todos, decir, por ejemplo, que Dios ha creado la tierra para todos y no sólo para las multinacionales es considerado subversivo.»
     Hablando de los peligros que corría, dijo: «Tengo miedo como todos los humanos, pero cuando se ha abrazado la radicalidad del Evangelio es una contradicción aceptar escoltas o protecciones. Son privilegios que no se puede permitir quien tiene la obligación de predicar la justicia y la verdad. Yo tengo que arriesgarme como cualquier otro ciudadano de mi pueblo en la lucha por la libertad.»



Asesinato en la catedral

     Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, ha tenido la muerte que ha dado gloria a alguno de sus grandes predecesores, como Thomas Beckett, muerto en la catedral de Canterbury por los asesinos del arbitrario poder real al que combatía. Unas horas antes de su muerte aparecía su imagen última en Televisión Española, y las palabras que podrían ser su epitafio: «A mí me podrán matar, pero a la voz de la justicia ya nadie la puede matar.» Un último optimismo.
     Monseñor Romero ofrecía ese patético, pero sereno, rostro que en los últimos años es el honor de la Iglesia en Latinoamérica: la incansable defensa de los oprimidos, la denuncia constante de un régimen que ha ido superando en los últimos meses las manchas trágicas que había sido llamado a limpiar, cuando fue depuesto el régimen anterior. El día en que fue asesinado era uno más entre los treinta cadáveres causados por las armas del régimen, que no son siempre, como en el caso del arzobispo, las regulares y uniformadas, sino las bandas de la extrema derecha, que asesinan amparadas por el poder. Un poder en el que figura todavía una democracia cristiana que ha sido ya abandonada por sus juventudes, desertada por alguno de sus grandes dirigentes, pero que se aferra al poder donde ya no es más que un rehén en manos de los militares, a los que ni siquiera consiguen legalizar. Es posible que estos fieles vaticanistas reconsideren su actitud en el momento en que la figura principal de la Iglesia de su país cae asesinada. Aunque la conciencia, muchas veces, puede celebrar pactos y consensos poco comprensibles.
     Puede ocurrir también que Estados Unidos reconsidere sus proyectos, hasta ahora contenidos, pero siempre a punto de enviar una ayuda militar creciente o de fomentar la entrada en el país de los soldados acantonados en Guatemala para traspasar la frontera en un momento dado. Las operaciones de las fuerzas de seguridad estaban siendo asesoradas por un número de consejeros (entre cincuenta y cien) especializados en la lucha antisubversiva, las fuentes de información de la oposición atribuían a estos consejeros no solamente la asesoría del Ejército y las fuerzas de seguridad, sino también el apoyo y las armas a las bandas de la extrema derecha.
     Puede ocurrir que, como dice el viejo tópico que se emplea en estos casos, la sangre del arzobispo Romero no haya sido derramada en balde. La reacción en el país ha sido enorme, y la indignación internacional, aun por parte de figuras de la Iglesia que no son en nada afines a las opciones políticas y humanas que defendía monseñor Romero, tienden ya a descalificar al régimen de El Salvador definitivamente.
     En realidad, la guerra civil existe ya en El Salvador. Sólo una solución inmediata, patrocinada por Estados Unidos y por los países democráticos de América Latina, puede evitar que se extienda, e incluso que se amplíe a otras zonas de la América Central. Esta solución no puede ser más que la evicción del Gobierno actual y la formación, en su lugar, de una coalición que represente todas las fuerzas en lucha y abra inmediatamente el proceso legal para la reconstitución de una democracia, que tampoco podrá subsistir si no acomete inmediatamente la reforma agraria y el cambio total de estructuras, que ya se ha demostrado que es inviable en su forma actual.
UNA CADENA DE MUERTES
     Observadores políticos coinciden en afirmar que el asesinato podría convertirse en la chispa que generaría un conflicto armado de grandes proporciones, al igual que el asesinato del periodista Pedro Joaquín Chamorro en Managua, en enero de 1978, sirvió para desencadenar la violenta reacción del pueblo nicaragüense en contra del régimen del general Anastasio Somoza.
     Los mismos analistas políticos creen inevitable una agudización de la violencia en este país centroamericano, considerando que los sectores de izquierda habrán de achacar al Gobierno la muerte del prelado.
     El arzobispo era un constante crítico de los abusos gubernamentales y sólo veinticuatro horas antes de su muerte, había hecho un emocionado llamamiento para que cesara lo que él denominaba «represión gubernamental» en contra del campesinado.
     Las autoridades salvadoreñas han decretado el estado de alerta en previsión de una renovada ola de violencia, como reacción por el asesinato del arzobispo de San Salvador.
     Cinco bombas terroristas estallaron esta madrugada en el sector céntrico de la capital salvadoreña, minutos después de que los corresponsales de Efe hubiesen visitado el hospital «Policlínica Salvadoreña», en donde el cadáver del asesinado prelado permanece en capilla ardiente.
     Veintinueve personas resultaron muertas y por lo menos veinticuatro heridas en las últimas veinticuatro horas en El Salvador, en lo que las autoridades califican como enfrentamientos de elementos de izquierda con fuerzas de seguridad.
     La cifra de muertos eleva a unas ciento cuarenta las víctimas en el curso de los últimos ocho días.
JUAN PABLO II: «UN CRIMEN EXECRABLE»
     Juan Pablo II califica de «crimen execrable» el asesinato del arzobispo de San Salvador, en un telegrama enviado hoy al presidente de la Conferencia Episcopal de aquel país.
     «Al conocer con ánimo traspasado de dolor y aflicción -dice el Papa- la infausta noticia del sacrílego asesinato de monseñor Óscar A. Romero y Galdámez, cuyo servicio sacerdotal a la Iglesia ha quedado sellado con la inmolación de su vida mientras ofrecía la víctima eucarística, no puedo menos de expresar mi más profunda reprobación de pastor universal ante este crimen execrable que, además de flagelar de manera cruel la dignidad de la persona, hiere en lo más hondo la conciencia de comunión eclesial y de quienes abrigan sentimientos de fraternidad humana».
     Juan Pablo II continúa diciendo que encomienda piadosamente el alma del celoso arzobispo y eleva «fervientes plegarias por los queridísimos hijos de El Salvador, para que deponiendo para siempre todo atisbo de violencia o de venganza mezquina, logren hacer cada vez más accesibles las vías de la fe y del amor cristiano cuya fuerza es garantía de auténtica salvación y de justicia entre los hijos de la patria salvadoreña».
     El Papa termina su telegrama impartiendo la bendición apostólica a todos los hermanos en el episcopado, a los sacerdotes, a las familias religiosas y al pueblo fiel y, en especial, a los diocesanos de San Salvador y a los familiares del difunto prelado.
CONSTERNACIÓN EN EL SALVADOR POR LA MUERTE DEL ARZOBISPO ROMERO
     Un hombre acogedor, corpulento, de rostro cetrino que recordaba su ascendencia india. Con una sonrisa casi tímida, buena. Hijo de un telegrafista, hizo sus estudios de teología en Roma y aunque últimamente su nombre ocupaba espacios destacados en los medios informativos, él se sentía siempre cerca de su pueblo, como «la voz de los que no tienen voz». «En El Salvador -dijo durante su última estancia en España- todos estamos en peligro de muerte.» Según los observadores, firmó su sentencia de muerte cuando hace unos días exhortó a los soldados de su país a «no obedecer las órdenes contrarias a la ley divina». «Os imploro en nombre de Dios -les dijo-, haced que termine la represión. Nadie está obligado a obedecer una ley inmoral.» Refiriéndose a reformas anunciadas por el Gobierno y a los asesinatos de campesinos, sostuvo que «las reformas no tienen valor alguno si están manchadas de sangre». Romero era un hombre de gran coraje y de un gran amor a la humanidad, particularmente a su pueblo.
HOMBRE MUY VINCULADO AL PUEBLO. UN OBISPO PARA LOS POBRES
     Nació el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios. Inició sus estudios en un colegio de los padres claretianos y los siguió en Roma en el Seminario Pío Latinoamericano y en la Universidad Gregoriana, bajo la dirección de los padres jesuitas. Años más tarde, cuando éstos fueron amenazados de muerte en El Salvador por su apertura social, el prelado los defendió y dijo que atacarles a ellos era atacar a la Iglesia. Fue ordenado sacerdote en 1943.
     A su regreso de Italia, vivió una larga experiencia parroquial, lo cual explica que fuese un hombre muy vinculado al pueblo y muy alejado del «prelado de gabinete». Sólo en la parroquia de San Miguel permaneció cerca de 23 años. Fue director del semanario católicoChapparrastique y secretario de la Conferencia Episcopal del país.
     Nombrado obispo auxiliar de San Salvador, la capital (1700000), en 1970, en 1974 pasó a ser obispo de Santiago de María. Por entonces era conocido por sus posiciones moderadas. Cuando el arzobispo de San Salvador, monseñor Chávez y González, llegó a los 75 años -algunos elementos lo consideraban como un revolucionario-, produjo general satisfacción que para sucederle fuese nombrado monseñor Romero. Era el año 1977.
«NO ME HAN QUITADO LA SERENIDAD»
     Elementos de la oligarquía salvadoreña le ofrecieron una casa adornada con mármoles en el barrio residencial de Escalón y un Cadillac. El nuevo arzobispo rechazó ambos obsequios. Un mes más tarde, uno de sus sacerdotes, el padre Rutilio Grande, era asesinado a las puertas de Aguilares, por el movimiento de extrema derecha «Orden».
     Desde aquel día el arzobispo intensificó su dedicación a los pobres. Rechazó asistir al juramento del general-presidente, elegido mediante un claro fraude electoral.
     Una organización pastoral a partir de las comunidades de base animadas por «predicadores de la palabra» (laicos con misión pastoral), un diálogo permanente para un apostolado entre el pueblo, una palabra valiente que no retrocede ante ningún riesgo, éstas eran las características, en estos últimos años, de la archidiócesis de San Salvador y de su arzobispo. Sus sermones del domingo en la catedral obtuvieron gran audiencia popular y fueron transmitidos por YSAX, la emisora de la Iglesia. Víctima de varios atentados, otros obispos, que habían tomado una postura menos valiente, le aconsejaron prudencia, pero él siguió su camino, sin desanimarse ni desviarse. «Me quieren afectar psicológicamente -dijo-, pero gracias a Dios no me han quitado la serenidad. Hago lo que tengo que hacer.»
     Por su actitud en defensa de los pobres, recibió el doctorado honoris causa por la Universidad de Georgetown, en Washington (EE.UU.) y una distinción igual de la Universidad de Lovaina, en Bélgica. Posteriormente, fue propuesto para el Premio Nobel de la Paz por su constante defensa de los derechos humanos. Promovieron la propuesta un grupo de parlamentarios británicos en noviembre de 1978. Hace unas semanas recibió el Premio Paz 1980 de la Acción Ecuménica Sueca, que le fue entregado en San Salvador por representantes de esta organización.
J. PIQUER.     

Así pensaba monseñor Romero: «Porque estoy al lado de los débiles me llaman subversivo»

     A muchos españoles sorprendió en su día, y posiblemente ayer, al repetirse algunos pasajes por TVE, la entrevista que le hicieron a monseñor Óscar A. Romero a su regreso de Roma, donde había acudido para la beatificación del sacerdote catalán padre Coll. Ya en aquella ocasión tuvo que abandonar España precipitadamente, pues le llegaron noticias de lo que se llamó «la matanza de la catedral»: quince cadáveres y no menos de veinte heridos quedaron en la escalinata de la catedral, cuando las fuerzas del Ejército dispararon sobre una manifestación de jóvenes. Lo que en aquella ocasión declaró el prelado define acaso mejor que ningún otro texto su talante y personalidad. El periodista le preguntó, en primer lugar, sobre las acusaciones de ser un obispo subversivo.
     -Mire usted, hay un grave conflicto entre el Gobierno de mi país y el pueblo, y porque la Iglesia se ha puesto decididamente al lado de los más débiles, nos llaman subversivos. Nosotros estamos al lado de los masacrados, de los explotados, de los abandonados, de los que diariamente se ven atropellados, de los hambrientos, y puedo asegurarle que en mi país hay mucha hambre. Se habla de catorce familias, quizá sean más; las que lo tienen todo, frente a millones de seres que viven en absoluta miseria. La labor de la Iglesia, de muchos sacerdotes, religiosas y militantes, ha consistido desde hace años en promocionar a esas gentes para que puedan vivir, y en cuanto de nosotros depende, que puedan hacerlo con alguna dignidad.
     -Pero el Gobierno, monseñor, y las fuerzas que los apoyan dicen que no son todos los obispos, ni todos los sacerdotes los que actúan y otros piensan que ustedes están equivocados y van más allá de sus atribuciones...
     -Mire usted, yo trabajo en mi archidiócesis, que es la encomienda que recibí del Santo Padre. Yo sé perfectamente que en la misma línea están trabajando otros obispos y sacerdotes salvadoreños, y que ciertamente hay otros que no opinan lo mismo, por lo que tienen todo mi respeto. Ahora también puedo decirle que hay fuerzas muy poderosas en mi país que quieren escindir a la Iglesia católica en dos bloques, y, por supuesto, enfilan a aquel sector que no se muestra inclinado a apoyarlas. Esto nos crea tremendos problemas aun dentro de nuestra comunidad cristiana. Es nuestra cruz, pero es así. Por mi parte tengo claro que cuando un padre de familia desaparece sin dejar rastro, yo, mis sacerdotes, los equipos que trabajan en el Arzobispado, debemos esforzarnos por hallárselo, por saber al menos qué ha sido de él. Más de cuatrocientos casos de estos hemos atendido en dos años. Opino que cualquiera que se llame cristiano debería actuar así. En esto basan la campaña difamatoria contra nosotros. Dicen que ayudamos a comunistas, a gentes del hampa. Para nosotros no hay etiquetas: son hombres perseguidos, torturados a veces sin la mínima razón, y esa situación, que ya es de dos años, está creando una mentalidad violenta entre la población salvadoreña, que sí es pacífica. Si no ponemos remedio, con arreglo a nuestras posibilidades, un día la historia nos pedirá cuentas.
     -Usted ha sido repetidamente amenazado de muerte. ¿Es cierto?
     -Tan cierto como que me han matado ya a cuatro sacerdotes de mi archidiócesis. Desde que me hice cargo del Arzobispado, los únicos sacerdotes que se me han muerto, han sido matados violentamente, por la espalda. Entre ello, el padre Rutilio Grande, mi gran amigo, casi mi colaborador más íntimo, un hombre que sólo sabía predicar la Justicia. Me he visto ya en cuatro ocasiones acudiendo a los caminos, a un suburbio, a un hospital, a recoger sus cadáveres para trasladarlos a su parroquia y velarlos durante unas horas con sus feligreses. No deseo que ningún obispo del mundo pase por unas situaciones como esas. Y ante sus cadáveres mártires, que no hacían más que emparentarnos con los miles de muertos de nuestro país, de muertos violentamente también, no me venía otra idea que continuar con su testimonio, con su esperanza en una no lejana liberación del odio y la miseria en mi país.
     -Usted llega de Roma, ha sido recibido por el Papa. ¿Qué información tienen en el Vaticano de lo que ocurre en El Salvador, qué información cree usted que tienen los obispos españoles sobre aquella realidad?
     -Mire usted, a mí me ha escuchado el Santo Padre muy atentamente, y doy gracias a Dios de haber podido informarle personalmente. Pero he podido darme cuenta de que en el Vaticano se tiene otras informaciones, no sólo sobre la tristísima realidad salvadoreña, sino también sobre la realidad latinoamericana. He de reconocer que en Roma yo me encontraba como aislado estos días. Y de eso quizá le pueden hablar algunos prelados españoles, que han coincidido en los actos de la beatificación del P. Coll, con quienes he hablado, y parecía que lo nuestro les fuera narrado en chino. Aquí, entre ustedes, hay mejor información de lo que ocurre en Camboya que de lo que pasa en unos países de habla hispana. Créame que me resulta dolorosamente sorprendente. A nosotros han llegado comunicados de apoyo de episcopados como el holandés o el belga; no hemos recibido ninguna manifestación semejante de los obispos españoles, sin que sepamos por qué, y aún le diría, que algunas plumas que aquí aireaban nuestros problemas sé que están preocupados sobre su futuro, pues no saben si podrán continuar explicándolos a los cristianos españoles. No deja de ser paradójico cuando España es un país de libertad, pues no se trata de impedimentos, como en mi país, por parte de las autoridades, sino de incomprensión por parte de las comunidades cristianas.
MASACRE EN FUNERAL DE MONSEÑOR ROMERO





25 de septiembre de 1983 tenancingo en el departamento de cuscatlan es victima de una masacre.


Masacre del mozote, familias y pobladores indignados por la forma cruel en la que asesinaron a niños y mujeres.



26 años del Terremoto de San Salvador de 1986

26 años del Terremoto de San Salvador de 1986

26 años del Terremoto de San Salvador de 1986


Hace ya 26 años que el Salvador fue sacudido.  El Terremoto de San Salvador de 1986, ha sido uno de los sismos más destructivos de la historia de la ciudad capital de El Salvador, incluso causó más muertos que los terremotos del 13 de enero y del 13 de febrero de 2001. La cifra de muertos fue de 1,500 y 200,000 damnificados, según el historiador Thomas Anderson, en su libro Politics of Central America, 1988.
El siniestro inició a las 11:49 de la mañana hora local (17:49 UTC), del viernes 10 de octubre, con una intensidad de 7.5 grados en la escala de Richter y una intensidad de IX en la escala de Mercalli, causando daños considerables a la infraestructura de la ciudad, siendo el foco de la tragedia el edificio Rubén Darío, dañado por el terremoto del 3 de mayo de 1965, pero que nunca fue demolido o reparado correctamente.

Origen y epicentro
El epicentro se localizó en Los Planes de Renderos, al sur de la ciudad, con una profundidad de 5.4 km. La onda expansiva se dirigió hacia el norte de la capital, atravesando el centro y causando un rastro de daños en su paso por los barrios San Jacinto, Santa Anita, Candelaria y el reparto Santa Marta.

Efectos y consecuencias
El movimiento sísmico causó que varios edificios de la capital colapsaran o sufrieran daños significativos, un ejemplo de esto es el edificio Rubén Darío, símbolo de la tragedia, el cual abarcaba un área de casi una cuadra y rodeaba en parte al edificio Pacífico, que tuvo que ser demolido.
Otros edificios dañados fueron:
  • El edificio Dueñas, ubicado frente a la plaza libertad
  • El Gran Hotel San Salvador
  • El edificio del Instituto Salvadoreño del Café
  • El edificio Tazumal
  • El Hospital Nacional de niños Benjamín Bloom, en el cual se registró un único fallecido, el cual murió al fallar el aparato respirador
  • La Biblioteca Nacional y Ministerio de Educación
  • Los ministerios de Hacienda, Planificación, Trabajo, Agricultura y Ganadería y la sede de la Dirección General de Correos
  • El edificio Rodríguez Ruiz
  • El edificio de la compañía Tropigás
  • El edificio Torre López, en cuyo sótano funcionaba el cine Izalco
  • El edificio CEFESA
  • La Universidad de El Salvador en diversos edificios
  • El colegio Externado de San José
  • El monumento al Divino Salvador del Mundo
  • La escuela Santa Catalina, donde murieron 41 niñas y 1 niño
  • El hospital general del Instituto Salvadoreño del Seguro Social
Aparte de los edificios del centro, hubo considerables daños en los barrios, San Jacinto, La Vega, Candelaria y especialmente el barrio Santa Anita, el cual quedó reducido a escombros casi en su totalidad.
Los habitantes del reparto Santa Marta quedaron incomunicados al hundirse la principal calle de acceso, en este lugar también hubo daños considerables a las casas
En la zona norte de la capital, los daños no fueron tan severos, sin embargo algunos edificios de la llamada Super Manzana Zacamil, colapsaron.
El terremoto causó que más del 90% del sistema de salud quedara dañado.
Muchos escenarios deportivos resultaron seriamente dañados, entre estos tenemos:
  • El Monumental Estadio Cuscatlán,
  • El Estadio Flor Blanca (hoy Jorge "Mágico" González)
  • El Palacio de los Deportes (ahora denominado Carlos "El Famoso" Hernández)
Los muertos se calcularon en cerca de 1,500, solo en el edificio Rubén Darío se calcula que murieron 500 personas. 100 mil personas resultaron damnificadas y los daños materiales se calculan en 1.5 billones de dólares
Orígenes del desastre
La mayoría de edificios que colapsaron eran edificios que habían sido declarados inhabitables o con daños severos después del terremoto de 1965, se tienen datos que en algunas oficinas del Rubén Darío se usaban piedras para evitar que los escritorios se deslizaran. Algunas otras construcciones que habían resistido el sismo del 65, como el edificio Dueñas, habían sido modificados para albergar vitrinas enormes, para lo cual los reformadores sacrificaron columnas de soporte, causando que la primera planta se colapsara sobre sus bases. Irónicamente el sótano del Rubén Darío no sufrió ningún daño.
Las casas populares colapsaron por haber sido construidas con adobe y lámina. Estructuras de gran valor histórico, como la casa Ambrogi, no resistieron la fuerza del terremoto y colapsaron.
Algunos edificios de reciente construcción también cayeron, esto se debió a que no fueron construidos con normas antisísmicas. algunos de estos edificios eran muy pobres estructuralmente hablando, en algunos otros se culpa a la mala calidad de los materiales usados, esto se hizo evidente en los recientes edificios que ocupaban algunas oficinas de gobierno.
Los edificios de la Super Manzana Zacamil, se dice que colapsaron porque para su construcción se usaron tabiques de barro huecos, los cuales se quebraron
Respuesta de la población
Inicialmente fueron los cuerpos de socorro y la población civil, quienes de manera independiente comenzaron el rescate de las víctimas. La situación más dramática se vivó en el edificio Rubén Darío, en el que se hizo particularmente difícil localizar a las víctimas.
El hospital de niños Benjamín Bloom se encontraba con menos de la mitad de los médicos, puesto que la mayoría habían asistido a un congreso de pediatría en un hotel cercano, a la hora del sismo solo se encontraban algunos estudiantes de medicina, los cuales coordinaron la evacuación de las 11 plantas del edificio con la ayuda de los padres, solo un paciente murió al fallar la máquina que lo mantenía con vida. En cuestión de minutos, el adyacente Bulevard Los Héroes estaba congestionado con los pacientes del hospital, los médicos improvisaron salas de operaciones sobre la 25 Av Norte y gracias a que las enfermeras rescataron algún instrumental, fue posible realizar curigías de emergencia en los cientos de pacientes que eran llevados por los cuerpos de socorro.
Inmediatamente comenzó a llegar ayuda proveniente del extranjero al aeropuerto de Ilopango. También vinieron brigadas de rescate de México y Francia, siendo estos últimos quienes encontraron a dos sobrevivientes en los escombros de la tercera planta del Rubén Darío, quienes estuvieron soterrados por casi 75 horas. También hizo acto de presencia el famoso rescatista mexicano conocido como La Pulga.
Reacciones culturales al terremoto


A la derecha el edificio de cristal ocupado por la BIblioteca nacional, a la izquierda en amarillo, el Ministerio de Educación, foto tomada antes del terremoto.
El terremoto cambió la cara de la ciudad, el comerció se movió hacia el occidente, más específicamente a la zona de las colonias Escalón y San Benito. También el comercio más fuerte se trasladó al recientemente construido centro comercial Metrocentro.
Se recuerda con especial cariño a las 41 niñas y un niño1 que murieron en la escuela Santa Catalina en el barrio San Jacinto, la cual se derrumbó sobre las alumnas.
Aproximadamente el 90% de la infraestructura de salud resultó dañada, las comunicaciones telefónicas fueron restauradas en su totalidad dos semanas después del sismo, el servicio de agua potable fue restablecido más tarde.

VIDEO DEL TERREMOTO DE 1986

Acuerdos de paz realizados en chapultepec mexico el 16 de enero de 1992.

VÍDEOS RESUMEN DE LOS HECHOS HISTÓRICOS ACONTECIDOS EN EL SALVADOR.



sucesos que marcaron la historia de el salvador 1/4 - (guerra)






sucesos que marcaron la historia de el salvador 2/4 - (muerte de monseñor ROMERO.




sucesos que marcaron la historia de el salvador 3/4 - (las colinas)





sucesos que marcaron la historia de el salvador 4/4 - (las maras)




ENERO DEL AÑO 2001
Secuestro
La controversial muerte de Gerardito


Dolor. El luto de los Villeda Kattán está latente cinco años después. El niño murió en fuego cruzado tras un cuestionado intento de rescate. Un poemario en su honor será publicado por el padre.



Aquel 21 de junio del 2001, Miguel Ángel Villeda salía en automóvil de su residencia en la Calle Motocross a dejar a sus tres hijos al colegio.

Dos niños ya estaban dentro del carro que no logró sacar de la cochera porque un Honda blanco se lo impidió, mientras un sujeto se le encimó y le puso un AK-47 en la frente diciéndole que no intentara ni siquiera golpearlo, pues sabía que era experto en karate.

El tipo le pide que le entregue la pistola .45 negra de fabricación húngara, que andaba oculta en un costado del asiento.

Mientras eso sucede, Gerardo, de nueve años, sale por otra puerta acompañado de una doméstica.

Un pliegue del portón le impide a Miguel ver cuando el resto de maleantes se lleva al niño.

Después del asalto, encolerizado, Miguel abandona el carro, sube al segundo piso a sacar una subametralladora y una escopeta, conduce otro de sus autos y persigue a los asaltantes.

Tras varios minutos de infructuosa búsqueda, regresa a casa y le dice a su empleada que los niños no irán al colegio. “Sí --le responde la mujer--, pero se llevaron a Gerardito”.

Así comenzó aquel tormento, que lleva ya cinco años para la familia Villeda Kattán y que fue orquestado por uno de sus ex empleados.

A los pocos minutos de saber del secuestro, el teléfono sonó: “Don Miguel, tenemos al niño. No se preocupe que no le va a pasar nada, porque sabemos que los niños son de Dios, pero no queremos que nos haga una oferta miserable. Sabemos que su señora es millonaria y queremos un buen rescate. ¿Cuánto nos puede ofrecer para que le devolvamos al niño?”, le preguntó una voz masculina.

Él les dijo que en ese momento disponía de no más de 400 mil colones en efectivo que se los podría dar de inmediato, si le devolvían al niño.

El desconocido dijo que volvería a llamar. Pero eso nunca ocurrió porque a los pocos minutos de esa comunicación, Miguel Ángel supo que su hijo había muerto cuando la policía intentaba rescatarlo.

Dudas

Ahora, un padre dolido recuerda su tragedia, aunque ello le signifique volver a llorar y a despotricar contra aquellos ocho criminales y contra el proceder de las autoridades que, según él, no fue el idóneo.

En cuanto ocurrió el asesinato, en los medios se debatió si Gerardo había muerto a manos de sus secuestradores, como lo hicieron ver las autoridades, o si su muerte había ocurrido en un fuego cruzado.

El progenitor hace sus propias conclusiones tras tanta información del caso que aún sigue recabando.

El principal cuestionamiento que se hace es por qué las autoridades nunca han querido decirle quién dio la orden de entrar a sangre y fuego a rescatar a su hijo, a sabiendas de que el niño estaba entre peligrosos secuestradores.

Fuentes especializadas sostienen que el procedimiento normal en caso de secuestro es que se negocie, pero eso nunca ocurrió en este caso.

La versión oficial es que la policía no pensó dos veces en entrar cuando escucharon gritar al niño y a una mujer que ordenaba matarlo.

Pero, según el señor Villeda, los secuestradores no ganaban nada con matar al niño y sabían que les haría más daño que bien. Los gritos de la mujer que decía “¡maten al niño!”, nunca se produjeron, asegura.

Estas dudas no son nuevas. Recién ocurrido el crimen, Villeda aseguró que si las autoridades hubiesen tenido cuatro dedos de frente, su hijo estaría vivo.

Pero de inmediato, sus abogados lo hicieron retractarse porque la defensa de los implicados podría valerse de eso.

“A mí me gustaría que me explicaran por qué no cercaron esa casa a las cuatro de la mañana y detuvieron a los delincuentes antes de que hicieran el secuestro”, sostiene el agraviado.

Las autoridades fueron avisadas 24 horas antes del hecho, pero no fue hasta la madrugada del propio 21 que montaron vigilancia en la casa señalada.

Las autoridades nunca explicaron a Villeda por qué actuaron de esa forma. De ahí que tenga tantas dudas como dolor.

Confinados

Recién condenados los ocho criminales, el comisionado Ricardo Menesses, entonces subdirector de la policía, lo llamó a la oficina para decirle que el sufrimiento que ellos tenían en la cárcel, por estar privados de libertad, era mucho más intenso. Le mostraron unos videos tomados de día y de noche donde le muestran lo que es la cárcel para los condenados por el asesinato de su hijo.

“No queremos culpar a nadie, aunque esto que sentimos no se lo deseo a ningún padre. Dios se va encargar de hacer justicia”, asegura un tanto sosegado.

Desde aquel 21 de junio, a Miguel Villeda le ha dado por escribir poesía para su hijo ausente.

El dolor lo ha hecho ensayar de escritor porque en ello halla la forma, dice, de menguar la pena, al recordar al niño bondadoso que una vez llegó sin camisa a casa porque se la había dado a un niño de la calle; al hijo que iba a las piñatas para recoger dulces para luego repartirlos a los niños de los albergues infantiles.

El señor Villeda asegura que es así como siempre quiere recordar a su hijo. Incluso, para poder recordarlo vivo, afirma que nunca quiso ver las fotos de cómo quedó después de ser acribillado. “Dicen que un bracito ya no estaba con él”, sostiene.
“Un Ángel llamado gerardito”
- Este es el título del libro de poesía que Miguel Ángel Villeda ha escrito como tributo a su hijo.
- Posterior al asesinato del niño, Villeda ha escrito más de 2,500 poesías inspiradas en su hijo.
- El libro saldrá a la venta el próximo 10 de diciembre, fecha cuando Gerardo cumpliría 14 años.
- El dinero de la venta se destinará a obras de beneficio social con las que el niño colaboraba.
- Gerardo destinaba su mesada a comprar comida para albergues.

Advertencia de un plagio
Un investigador ligado al caso ha asegurado a la familia Villeda que la policía recibió el aviso anónimo 24 horas antes. En una casa de Mejicanos (dieron la dirección exacta) se fraguaba el secuestro de un colegial que vivía en la Calle Motocross. Ahí podían capturar también a uno de los más buscados (El Gigio).

Desde ahí habría comenzado el ajuste de cuentas para El Gigio. Pero la vigilancia de la casa no se montó hasta la madrugada del 21 por un equipo del Grupo de Reacción Policial (GRP).

Éste no interceptó los vehículos que vieron salir de la casa sino que los siguió. Como iban con las luces apagadas para no ser detectados, perdieron el rastro del Honda blanco. La policía volvió a la casa vigilada.

El secuestro se perpetró e incluso, cuando el Honda regresó no fue interceptado antes de que entrara a la casa.

Según la familia Villeda, si la policía hubiese interceptado a los delincuentes antes de que hicieran el secuestro, tal vez Gerardo y dos policías estuvieran vivos.

El procedimiento, según Miguel Ángel Villeda, fue evidentemente no adecuado para la ocasión.

A la sazón, Rodrigo Ávila, entonces ex director de la policía, lo llamó para decirle que si él hubiera estado entonces en la policía, el niño estuviera vivo porque él les habría puesto un helicóptero encima, habría negociado la entrega del niño y que después hubiera visto qué se hacía con los plagiarios. Aunque, según Miguel Ángel, Ávila le dijo que si el niño no hubiera muerto, tal vez no hubieran salido tantos condenados.



Enfrentamiento. Vista parcial del procedimiento policial de rescate del niño Gerardo Villeda Kattán, el 21 de junio de 2001
LA TRAICION DE UN EMPLEADO.
Que los secuestradores supieran que Miguel Ángel Villeda era experto en karate y que siempre llevaba una pistola .45 negra, de fabricación húngara, no era casualidad.

Todos esos detalles los sabían por boca de Carlos Urbano Flores, un mecánico ex empleado de la familia Villeda Kattán, quien lo consideraban un hombre de confianza.

Tanto era así que había acompañado a su patrón, en viajes de trabajo, por varios países de la región.

La confianza era tal que Miguel Ángel le obsequió un auto, y cuando decidió montar su propio negocio, le ayudaron con dinero y con herramientas.

Pero Urbano no sólo mordería la mano que le había dado de comer, sino que destrozaría la felicidad de una familia.

El descaro fue tal, según cuenta Miguel Villeda, que el día antes del secuestro llegó a prestarle una batería para arrancar el auto en que habrían de ir a secuestrar a su hijo, el mismo niño que le demostraba amistad a aquel mecánico de la familia.


Escena. En la casa donde mataron a Gerardo quedaron cientos de casquillos.

Tragedia en el Carmen/Pobladores aterrados por la matanza
Un policía causa masacre en baile


El Carmen, un pueblo del departamento de Cuscatlán, distante a unos 35 kilómetros al oriente de San Salvador, amaneció de luto luego que un agente de la Policía Nacional Civil (PNC) matara a tres jóvenes y lesionara a otros cinco.

La masacre ocurrió ayer a la una de la madrugada cuando el imputado, junto con tres de sus compañeros, vigilaba el orden en una fiesta bailable que se desarrollaba en la escuela pública de la localidad.

Las víctimas mortales fueron identificadas como José Raúl Martínez Mendoza, de 26 años; Aldo Vladimir Jovel Abarca, de 17, y Carlos Antonio García Navarro, de 25.




De los heridos, según la Fiscalía de Cojutepeque, se sabe que podrían ser unos cinco de diversa gravedad y que a uno de ellos podrían amputarle una pierna.
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“Fue una ráfaga la que él disparó”El baile había transcurrido con normalidad. Pero de súbito, los gritos y las balas opacaron la música.
El hechor, de quien se conoce ha tenido una trayectoria reprochable dentro de la institución, atacó a las personas sin aparente motivo; luego, como si no hubiera hecho gran cosa, regresó al puesto policial situado a unos 500 metros de la escuela, dejó tirado el rifle con que cometió el hecho y se marchó tranquilamente.

Quienes presenciaron los hechos coinciden en que el policía, identificado como José Damacio Mejía González, sin mediar palabra, le asestó un golpe en el rostro, unos dicen con la culata del fusil, otros que fue un manotazo, a Aldo Bladimir, quien estaba bailando con su compañera de vida.

Éste cayó tumbado, pero luego se repuso y comenzó un forcejeo con el agente.

Para ese momento, Aldo ya estaba herido de una pierna. Sobre este hecho también hay dos versiones, pues unos dicen que el policía le disparó directamente y otros que se le cayó el fusil y éste se disparó accidentalmente.

Armada la reyerta, los demás policías hicieron varios disparos al aire tratando de reprimir los caldeados ánimos, mientras Mejía González, el presunto asesino, seguía disparando a diestro y siniestro.

Cuando la riña cesó, los hermanos Carlos Antonio y Manuel García Navarro, ambos amigos de Aldo, lo evacuaron de la escuela hacia un centro asistencial.

Cuando ya estaban afuera, lo sentaron en un arriate. Luego vieron que una joven salía de forma apresurada de la escuela, perseguida por el policía agresor. Entonces un hermano de la mujer, José Raúl Martínez Mendoza, quiso intervenir. Fue cuando recibió dos balazos.

Luego Carlos Antonio le preguntó qué le ocurría, por qué había lesionado a sus amigos. La respuesta que obtuvo fueron dos tiros en el abdomen, y también remató, con dos balazos a Aldo Vladimir.

Los heridos fueron llevados al hospital de Cojutepeque, pero José Raúl, Aldo Vladimir y Carlos Antonio, no lograron sobrevivir.
Los compañeros del hechor, armados con pistolas, poco hicieron por frenar la masacre. Dicen que porque el individuo huyó amenazante con su fusil y disparando indiscriminadamente.

Algunos lugareños sostienen que los policías le gritaban que se calmara, pero el sujeto disparaba “como un poseso” cuando iba rumbo al puesto policial, donde entró y salió sin que intentaran aprehenderlo.
Luego se fue en un auto que estaba afuera.


                                                                               


José Raúl MartÍnez
Fallecido
Defensa
Técnico en una empresa capitalina y jugador del equipo “El Carmen”
Carlos Antonio GarcÍa
Fallecido
Delantero
Constructor de viviendas posterremotos. Directivo del mismo club.
Aldo Bladimir Jovel
Fallecido
Medio campista
Inició sus estudios de bachillerato técnico en Cojutepeque. Era medio campista del equipo.
A uno de los heridos podrían amputarle una pierna.Se sabe que el policía agresor hace varios meses mató a un joven en un registro.Las balas eran las respuestas que daba a quienes le preguntaban qué le pasaba.









“Fue una ráfaga la que él disparó”



El baile había transcurrido con normalidad. Pero de súbito, los gritos y las balas opacaron la música.





Había comenzado un final trágico para una fiesta de recaudación de fondos para el equipo local de fútbol.

Manuel García Navarro se libró de milagro de correr la misma suerte que su hermano Carlos Antonio. Él narra así los hechos:

“Todos estábamos tranquilos, bailando.

Un policía que se la tira de enojadito estaba enfrente.

De repente, a un amigo que estaba bailando, le pegó uno solo (golpe) en la cara con la mano.

Yo no vi que mi amigo le hiciera algo. Tras el golpe, mi amigo no se quedó así no más; se le fue encima y se agarraron a la lucha.

El policía agarró el Galil (fusil) que andaba y comenzó a disparar, hirió a varias gentes. A Juan Carlos (González) y a Aldo los hirió en la pierna, y a mí, que me cayeron unas esquirlas.

Fue una ráfaga que él (policía) disparó sin saber a quién le iba a caer. Además golpeó a una chera (mujer) y a una señora; a una chamaquita la hirió en la pierna.

A todo eso, salimos todos del baile. Traíamos a un amigo (Aldo), que no podía caminar.

Cuando mi hermano le preguntó que “¿qué ondas, qué le había pasado?”. Entonces le apuntó con el Galil y le pegó dos balazos.

A todo eso, el otro amigo, cuando mi hermano cayó al suelo, trató de ayudarlo y también le pegó de balazos.

Lo hizo a sangre fría. Es algo grave, porque un policía que ande en sus cinco sentidos no va a matar a tantos, por mucha cólera que ande.

Mi hermano le preguntó nada más qué le pasaba, pero él le contestó con balazos. La verdad es que está malo lo que hizo. Porque nadie le estaba haciendo nada cuando comenzó a disparar”.
Consternación
¿Por qué lo hizo?
Rosa Martínez
Madre de José Raúl
Piden justicia
“Esperamos que se haga justicia, ya que se trata de la vida de tres seres humanos y no es justo que estos hechos queden así. Exigimos que los responsables respondan por todo”.
Ricardo joVel
Hermano de Aldo Bladimir
Fue increíble
“Comenzó agrediendo a uno de mis amigos y después, con el fusil, comenzó a disparar como loco. Con una ráfaga hirió a varios, incluyendo a mi hermano, quien murió”.


Hallan 18 cuerpos

» La mayor tragedia se registró cuando un bus fue arrastrado al río Acelhuate con 31 feligreses, de la Iglesia Elim de Ilopango, en la colonia Málaga. En Melara, La Libertad, hubo al menos cinco muertos



El último viaje de los creyentes

La tragedia se registró a unos 50 metros de donde el MOP construyó las obras de mitigación. En el sitio donde el autobús fue arrastrado al río no hay muros de contención.



Las cuadrillas de búsqueda habían rescatado hasta ayer por la tarde los cadáveres de 18 personas que murieron el jueves por la noche a raíz de accidentes provocados por las intensas lluvias que azotan al país.
A pesar de ello, aún estaban en la búsqueda de al menos 19 desaparecidos. Quince de las víctimas recuperadas viajaban en un bus particular que transportaba a 31 miembros de la Iglesia Elim de Ilopango y que regresaban de participar en un culto. Los otros 16 aún siguen desaparecidos. El autobús fue arrastrado por una repunta del río Acelhuate cerca de la colonia Málaga.
La tragedia se registró a unos 50 metros de donde el MOP construyó las obras de mitigación. En el sitio donde el autobús fue arrastrado al río no hay muros de contención. Las otras cinco víctimas fueron rescatadas del río Huiza, cantón Melara, al sur de La Libertad. Hay otras tres personas desaparecidas.
Ayer, entre los familiares dolientes, ansiosos por saber de sus familiares, se encontraba Marta Cerón, cuyo hermano, Eugenio Cerón Martínez, de 80 años, fue arrastrado por el río junto a su pequeña casa, a pocas cuadras de donde el autobús cayó al río. "Casi al mismo instante que se fue el bus se traía la casa la creciente de agua", dijo Cerón.
Fuentes de Protección Civil informaron que las cuadrillas de búsqueda harían los rastreos necesarios sobre el cauce del río Acelhuate para localizar a los 16 desaparecidos que viajaban en el autobús. La mayoría de los cadáveres fue recuperado en la colonia Málaga y el barrio Lourdes, de San Salvador; Milingo, Las Delicias, Lomas del Río, granja El Paisnal, en Ciudad Delgado, San Fernando, en Apopa, y Las Vegas, en Guazapa. En la búsqueda participan 500 voluntarios; bomberos, soldados, policías y socorristas. Ayer suspendieron a las 7:00 p.m. debido al mal tiempo y reanudarán hoy a las 8:00 a.m. Un helicóptero de la Policía sobrevoló a poca altura sobre el cauce del río para localizar los cuerpos de las víctimas.
Ayer temprano se vivió un ambiente de confusión en la zona de la Málaga adonde llegaron familiares de las víctimas del autobús. Llanto, dolor, angustia y desesperación por saber de sus parientes.
El ministro de Gobernación, Juan Miguel Bolaños, quien llegó a la zona de la tragedia, explicó que "no era predecible que tuviéramos la cantidad y la intensidad de lluvia que tuvimos ayer (jueves)", y agregó que "la precipitación no fue exageradamente grande, pero si fue intensa en corto tiempo, lo que ocasionó la tragedia que lamentamos hoy".
La vocera de la referida iglesia, Lilibeth de Castro, dijo "vivimos un ambiente de mucho dolor y consternación en la sede central de la iglesia", a donde fueron llevados cinco cadáveres para realizar una vela colectiva.

Matanza Queman bus con pasajeros: 11 

muertos y 13 lesionados





En un hecho de inusitada barbarie, varios delincuentes incendiaron anoche un microbús de la ruta 47 en Mejicanos, con los pasajeros en su interior, dejando como saldo 11 asesinados y 13 personas lesionadas, entre ellas tres niños, según la Policía.
Casi simultáneamente, otro ataque a una unidad de pasajeros podría haber sido usado como distractor en la misma zona y dejó dos muertos.
Dentro del microbús murieron calcinadas 11 personas, que al cierre de esta nota 10:30 p.m., no habían sido identificadas por las autoridades. El resto de las víctimas fue trasladado a diferentes centros hospitalarios.
El incidente se produjo a eso de las 7:30 de la noche en la calle Roma y Avenida Castro Morán, en la colonia Jardín, en Mejicanos, al norte de San Salvador.
Los primeras versiones de la Policía indican que un grupo de sujetos a bordo de motocicletas interceptó el microbús y lo incendió.
Varias personas trataron de auxiliar a las víctimas, trasladándolas a diferentes hospitales.
La Policía desplegó inmediatamente diferentes unidades élites para efectuar un rastreo en diferentes colonias de Mejicanos, logrando la captura de un sospechoso identificado como Fredy.
Al detenido la Policía le decomisó una motocicleta placas M32-079 y, al parecer, es un presunto pandillero de la 18, que reside en la zona del volcán de San Salvador.
El detenido en el intento de escapar se quebró uno de sus pies, según confirmaron diferentes fuentes de socorro que lo auxiliaron. Agregaron que se encuentra recibiendo asistencia médica en un hospital bajo custodia policial.
Desde la hora del incidente, la Policía mantiene un intenso operativo en la calle a Mariona y otras colonias de Mejicanos, allanando posibles casas destroyer que usan los pandilleros.
Antes de esta tragedia, la Policía informó que anoche mismo dos personas fueron asesinadas en la colonia Montreal.
La Policía detalló que desconocidos dispararon contra otro microbús de la ruta 32, que hace su recorrido de Mejicanos a Mariona y hacia San Salvador.
En el ataque fueron asesinados una niña identificada como Marlene Urbina, de 12 años, y un hombre que no fue identificado, de aproximadamente 35 años.
La Policía presume que este ataque está vinculado a la quema del microbús que dejó 11 personas calcinadas, ya que entre ambos ataques existe un período de tiempo de 10 minutos.
El ministro de Seguridad, Manuel Melgar, y el director de Policía, Carlos Ascencio, se presentaron al lugar del hecho y lo calificaron como "acto de terrorismo".
Múltiple crimen

Terrorismo

10 minutos de diferencia


CONCLUSIONES
FIN DE LA PRESENTACIÓN....CON RESPECTO A LOS HECHOS QUE PRESENTAMOS ANTERIORMENTE. DEDUCIMOS QUE NUESTRO PAÍS ES UN PAÍS MUY VULNERABLE EN TODO SENTIDO. Y QUE A LO LARGO DE LA HISTORIA HA CRUZADO OBSTÁCULOS QUE LE HAN QUERIDO IMPEDIR SALIR ADELANTE,PERO CON EL ESFUERZO DE TODA LA LINDA GENTE SALVADOREÑA,QUE AMAMOS NUESTRO PAÍS, HEMOS LOGRADO SALIR ADELANTE,Y CADA UNO DE LOS ACONTECIMIENTOS SUCEDIDOS NOS HAN SERVIDO,PARA LUCHAR POR NUESTRO IDEALES Y LOGRAR TENER UNA VIDA DIGNA DE SERES HUMANOS......ES UN ORGULLO SER SALVADOREÑO A PESAR DE TANTAS ADVERSIDADES VIVIDAS Y POR VIVIR.


PODEMOS CONCLUIR QUE TODOS ESTOS HECHOS HISTÓRICOS  QUE HASTA LA ACTUALIDAD REPERCUTEN EN EL DESARROLLO Y LA CONVIVENCIA NACIONAL, REFLEJADO MEDIANTE LA INSEGURIDAD CIUDADANA, LA CORRUPCIÓN EMPRESARIAL Y POLÍTICA  LA POBREZA EXTREMA LOS INDICES DE ANALFABETISMO Y LA ESCASEZ DE DE OPORTUNIDADES DE SUPERACIÓN PERSONAL.


DESDE EL AÑO 1811 LOS HECHOS HISTÓRICOS QUE EXISTIERON EN EL PAÍS  FUERON EL PUENTE PARA CONCLUIR LA FORMACIÓN DEL ESTADO Y LA ACTUAL SOCIEDAD, YA QUE A TRAVÉS DE ELLOS PERMITIERON REFORMAR LA CULTURA NACIONAL.



                                                                        BIBLIOGRAFIA
HISTORIA DE EL SALVADOR EQUIPO MAIZ
LIBRO AZUL DE EL SALVADOR 1916
REALIDAD NACIONAL ( Rene Edgardo Vargaz Valdez)
Enciclopedia de El Salvador tomo I y II
http://foro-senli.blogspot.com/2010/08/por-un-personaje-llamado-jose-matias-ix.html


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